Proveer un mejor balance entre vida y trabajo permite a las empresas obtener beneficios como una mejora en el ambiente laboral, incremento en la motivación y en la productividad del personal, mayor retención de talento y mejor ambiente para promover una cultura de comportamiento ético, entre otros aspectos.
“(Este equilibrio) es algo en lo que hemos creído desde hace mucho tiempo y que definitivamente vivimos en la empresa.
Actualmente, la gente no solamente busca una remuneración competitiva en su lugar de trabajo, sino situaciones laborales que favorezcan el balance vida-trabajo, y pertenecer a empresas que se comporten de manera responsable y ética”, explica Víctor Anaya, director de Mercadotecnia de Merck Sharp & Dohme (MSD).
(Redacción), Reforma, Empresas, p. 2