Por: Antonio Tamayo Neyra
A propósito que el pasado 22 de marzo se celebró el “Día mundial del Agua”, es necesario por enésima vez el insistir en la importancia en el cuidado de este vital líquido que es prioritario para la sobrevivencia de una gran parte de la vida en este planeta.
Creo que vale la pena considerar que hasta hace apenas unas cuantas décadas, había realmente poca conciencia sobre su cuidado y atención, y no quiero decir que con esto actualmente ya haya una plena conciencia, pero sí al menos ya existe un día para “recordarnos la importancia del agua”.
Además diversas instancias tanto a nivel nacional como internacional, están definiendo normas y estándares para calificar el uso y el manejo del agua dentro de las empresas, y con ello otorgar certificados a manera de la Normas ISO, y con ello forzar u obligar de alguna manera el que se cuide y administre mejor dentro de los procesos productivos.
Hace ya un buen número de años alguien me dijo que la tercera guerra mundial sería por el agua, y si bien en su momento no le di importancia, lo recordé al leer las conclusiones del VI World Water Forum celebrado en Marsella, las cuales señalan que el agua multiplicará su “papel” como fuente de conflictos en el futuro escenario global. Y en el mismo evento Ben Braga, vicepresidente del Consejo Mundial del Agua, mencionó que “los ríos y lagos de agua dulce compartidos por dos o más países serán las zonas más amenazadas. Así lo que parecía como una historia futurista de ficción, ya puede ser una realidad muy probable.
Estas nuevas normas y parámetros antes mencionados si bien son positivos, creo que puede serlo mucho más si esta administración y cuidado comienza a título personal en la casa y vida de cada uno de los seres humanos; y principalmente dentro de aquellas ciudades o países que tienen muy fácil acceso a ella, como el solamente abrir la llave en la cocina o el baño.
El despilfarro del agua es más notorio dentro de los países del mundo desarrollado, en donde se ha acostumbrado a considerar que el agua de calidad es prácticamente gratis. Nada más lejos de la realidad, tanto más cuanto que el evidente y parece que inexorable cambio climático, puede convertir en zonas desérticas a regiones que en un pasado no muy lejano fueron vergeles.
Y en México y otros tantos países el costo del agua se ha manejado a costos bajos principalmente por razones políticas, y se ha descuidado notoriamente una educación en cuanto al cuidado y buen uso del agua. Y si bien es cierto que ahora se ven campañas por diversos medios audiovisuales, todavía falta mucho por hacer para tomar una real y verdadera conciencia en cuanto a su manejo.
Tal vez sea posible considerar que la verdadera y real sustentabilidad comienza por los dos elementos básicos para la sobrevivencia, un aire limpio de contaminación y el cuidado del agua. Recursos que por mucho tiempo se pensaron que eran inagotables, pero que la realidad ya nos muestra que su existencia es finita y por lo tanto hay que cuidarla.
Seguiremos platicando …
Blog: http://atamayon.blogspot.com
Antonio Rey Tamayo Neyra
Dedicado al periodismo de investigación desde 1987 especializado en temas socioeconómicos. Desde 1991 colabora en el periódico El Financiero como Coordinador Editorial y Redactor de Proyectos Especiales, además de colaborar en otros medios. Desde el 2002 involucrado en la Responsabilidad Social, escribiendo y realizando proyectos editoriales de este tema, y además documentando las actividades de las empresas (tipo caso)
También es profesor de posgrado e imparte capacitación en relacionales laborales.
Licenciado en Administración por el Instituto Tecnológico Autónomo de México; su preparación profesional posterior incluye un Diplomado en Responsabilidad Social en el Tecnológico de Monterrey, y un Curso del mismo tema en la Universidad Abierta de Cataluña. Actualmente estudia la Maestría en Sociedad de la Información y el Conocimiento en la Universidad Abierta de Cataluña.