Las condiciones de precariedad en el empleo y los bajos salarios que persisten en México generarán este año al menos 5.5 millones de personas sumadas a la pobreza, pues la recuperación económica de 2010 no frenó el número de pobres que generó la crisis, afirmó José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Instituto Tecnológico de Monterrey, campus estado de México.
Tras presentar los resultados del reporte trimestral sobre la economía nacional, cuyo tema fue Pobreza y empleo, indicó que si bien el año pasado hubo mejoría económica en el país, no llegó a los estratos menos favorecidos de la población, quienes enfrentaron un acelerado deterioro salarial y en la calidad del empleo.
En entrevista con La Jornada, explicó que en lo que va del sexenio de Felipe Calderón no hay mejora en los índices: al contrario, estimamos con los resultados de 2008-2010, que de 2006 a la fecha entre nueve y 10 millones de mexicanos bajaron su ingreso al nivel de pobreza.
Agregó que tras analizar los resultados presentados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en el combate a la pobreza a partir del mercado laboral, nuestras estimaciones indican que para 2011 veremos un incremento de cerca de 5.5 millones de personas que enfrentarán la pobreza, es decir, tendremos a 54 millones de mexicanos en estas condiciones.
De la Cruz, economista y profesor-investigador del Tec de Monterrey, enfatizó que pese a las afirmaciones del gobierno sobre la reducción del porcentaje de población que vive en pobreza, comprobamos todo lo contrario. El problema de pobreza se exacerba en gran parte por las deterioradas condiciones de empleo. Advirtió, asimismo. que la precariedad en puestos de trabajo es un factor fundamental para este escenario, al igual que los bajos salarios.
Señaló que muchos de quienes tienen trabajo no tienen prestaciones ni un contrato de base. A ello se suma que al menos 6 millones de personas perciben salario mínimo y otros 10 millones de la población económicamente activa no supera los dos salarios mínimos, con el agravante de que el ingreso mínimo representa apenas una cuarta parte del poder adquisitivo que tenía en los años 70 del siglo pasado.
Estos dos grupos, agregó, incluyen a 16 millones de personas con muy bajos ingresos, y una familia no puede sostenerse con un salario mínimo y salir de la pobreza, por lo que gran parte del conflicto tiene origen en un mercado laboral con problemas estructurales que desde hace más de dos décadas ha aplicado un control salarial para evitar la inflación, que hoy, es evidente, ya no da ningún resultado.
Concluyó que en 2010, el país creció a una tasa de 5.5 por ciento en promedio, pero hubo sectores, como el de manufacturas que lo hizo a un ritmo mucho más rápido, de 20 por ciento y aun más, pero está riqueza no se repartió equitativamente, persistieron los bajos salarios de los sectores más empobrecidos.
Fuente: La Jornada.unam.mx
Articulista: Laura Poy.
Publicada: 13 de abril de 2011.