El estacionamiento para dejar la bicicleta está listo, las regaderas para bañarse después de llegar sudado están disponibles, pero en la torre inteligente de HSBC faltan ciclistas.
El banco inglés construyó, frente al Ángel de la Independencia, una torre inteligente, de 35 pisos, con 144 cicloestacionamientos a los cuales se ingresa por Paseo de la Reforma.
«Hasta ahora sólo cuatro o cinco personas llegan en bicicleta, así que el banco estudia la forma de incentivar a los empleados a llegar en bici, algo que es muy peligroso en la ciudad de México», expuso Ane Guasque, encargada de mostrar el edificio a los visitantes.
Para algunos ambientalistas, trabajar en la Torre HSBC es un privilegio, pues en cada piso existen contenedores para separar y comercializar, a través de recicladoras, materiales como plástico, cartón, papel, envases de plástico PET y botellas de aluminio, con obtención de ingresos mínimos pero suficientes para hacer donativos a organizaciones civiles.
Con el fin de ahorrar energía y disminuir el consumo del aire acondicionado, entre los vidrios que fungen como paredes de la torre fluye un gas, argón, cuya función, similar al efecto invernadero en el planeta, es mitigar el calor generado por los rayos solares. Por estas contribuciones con el ambiente, en noviembre de 2007, un año después de ser construido, la organización US Green Building Council certificó que la torre inteligente de HSBC, con 86 mil metros cuadrados de construcción y 136 metros de altura, es el primer edificio «verde» en el país y obtuvo el reconocimiento Leadership in Energy and Environmental Design (LEED) oro.
Reforma, Ciudad, p.2, Sábado 03 de enero de 2009