La idea de que volverse ecológico podría, en realidad, ser redituable, una noción propuesta por los economistas desde hace 20 años, sigue siendo fuente de escepticismo en algunos círculos. Si aún necesita convencerse, busque el excelente libro nuevo de Edward Humes, «Force of Nature» (Fuerza de la Naturaleza), la historia de cómo Wal-Mart, el minorista más grande del mundo, tomó la decisión de volverse ecológico.
Humes, ganador del Premio Pulitzer en 1989 por artículos sobre las fuerzas armadas, relata la forma en que Jib Ellison, alguna vez guía de rafting en California, casi por sí solo convenció a Wal-Mart de acoger la sustentabilidad como parte de su cultura medular. A partir de una reunión, en el 2004, con H. Lee Scott Jr., entonces director ejecutivo de Wal-Mart, Ellison demostró que la sustentabilidad no era sólo un tema de conversación ambientalista. En su forma más sencilla, sustentabilidad significa eliminar desperdicios, y eliminarlos ahorra dinero. Eso fue lo que llamó la atención de Scott.
En uno de los primeros proyectos de Ellison para Wal- Mart, notó que el colorido empaque de cartón para los camiones de juguete de fabricación china de la compañía era mucho más grande de lo necesario. Él sugirió reducir el tamaño, lo que ahorró millones de dólares, sin mencionar los cientos de miles de toneladas de cartón destinados a los rellenos sanitarios.
Eso llevó a Wal-Mart a reducir el tamaño de los empaques en todas sus líneas de productos, lo que le ahorró a la compañía unos 3 mil 400 millones de dólares al año al tiempo que redujo la basura.
La compañía ha contratado consultores amigables con el ambiente, quienes han ayudado a encontrar formas innovadoras para reducir los desperdicios casi en todas partes, desde el uso de químicos hasta algo tan sencillo como instalar generadores eléctricos en la flota de camiones, para que los camiones refrigerados no tengan que mantenerse encendidos, sin moverse, durante la noche.
Cuando Ellison entró a la oficina de Scott, la compañía ya estaba siendo criticada por los ambientalistas y los ayuntamientos, que la acusaban de causar el cierre de minoristas pequeños, de pagarles mal a sus «asociados» y de prácticas contra los sindicatos.
Volverse amigable con la ecología le ha dado a Wal-Mart un muy necesitado impulso en las relaciones públicas, al tiempo que aún enfrenta críticas severas.
El informe 2010 de progreso en materia de sustentabilidad de Wal-Mart muestra que la compañía redujo notablemente el uso de bolsas de plástico; que donó 57 millones de toneladas de alimentos que anteriormente habrían sido desechados; y que redujo en 350 millones de piezas de papel las impresiones de reportes en las tiendas, para un ahorro de 20 millones de dólares.
«Force of Nature» no ofrece la cautivadora narrativa de negocios de algunos otros libros, pero eso no importa.
Humes encuentra un buen relato para ayudar a arrojar luz sobre una problemática de importancia significativa. El libro no deifica o demoniza a Wal-Mart; de hecho, él dice que el modelo de negocios mismo de Wal-Mart probablemente sea insostenible.
Fuente: Reforma, suplemento The New York Times, p. 5.
Por: Bryan Burrough.
Publicada: 28 de mayo de 2011.
