El Mark Group comenzó a expandir sus horizontes más allá de Inglaterra cuando se dio cuenta de que su negocio central, aislar viviendas antiguas con el uso de tecnología innovadora, caería en los próximos años debido a una saturación del mercado.
Debido en gran medida a los generosos y obligatorios subsidios gubernamentales para la conservación de energía, más del 80 por ciento de las casas más viejas de Inglaterra habían sido reacondicionadas al menos en parte para el 2010, calculó el Mark Group.
Así que la empresa abrió hace poco su oficina más reciente en otro país, uno con relativa escasez de dominio de la especialidad de la compañía, que es reducir los recibos de electricidad de los hogares y las emisiones de gases de invernadero.
La oficina está en Filadelfia.
«Estados Unidos era un mercado prácticamente intacto con 120 millones de viviendas, la mayoría de ellas muy ineficientes en el consumo de energía», dijo Bill Rumble, director comercial de la compañía.
Muchos países europeos, junto con China, Japón y Corea del Sur, han promovido el desarrollo de tecnologías de reducción de carbono con una robusta mezcla de políticas de inversión directa, deducciones fiscales, préstamos y regulaciones.
Sin embargo, dado que el Congreso de EU se muestra dividido sobre la veracidad del cambio climático, los esfuerzos estadounidenses han palidecido en comparación.
Un reporte de The Pew Charitable Trusts encontró que la competitividad del sector de la tecnología limpia en EU estaba «en riesgo» debido a las «incertidumbres que rodean a políticas clave e incentivos».
La agresiva entrada de Gran Bretaña al campo muestra el poder de los incentivos gubernamentales. El «Green Deal» (Trato Verde) del país es encabezado por el Gobierno de coalición liderado por los conservadores. En Gran Bretaña, reducir las emisiones de dióxido de carbono fue una de las pocas políticas apoyadas por los partidos tanto de izquierda como de derecha.
Los funcionarios del Departamento de Energía de EU expresan frustración de no poder hacer más sin el apoyo del Congreso. Arun Majumdar, asesor de alto nivel del Secretario de Energía Steven Chu, dijo que debería triplicarse el presupuesto de 5 mil millones de dólares del departamento para investigación. Aunque aceptó que EU aún es un semillero de buenas ideas, dijo que, «en la utilización posterior real estamos en riesgo de rezagarnos y ya nos estamos rezagando».
De los tres operadores más grandes de parques eólicos que hacen negocios en EU, sólo uno, NextEra, es estadounidense. Iberdrola es español y Horizon Wind Energy es subsidiaria de Energías de Portugal. Entre los fabricantes que crean componentes para la industria, sólo una compañía de EU, General Electric, está entre las 10 más importantes.
Con metas menos ambiciosas para cosas como reducción de emisiones, así como incentivos financieros mucho más bajos que lo común en otros países, las políticas de EU han hecho poco para estimular a la industria.
Cuando David Slap contrató hace poco al Mark Group para aislar su casa de cuatro recámaras, en Penn Valley, Pennsylvania, motivado por las corrientes de aire y el temor de un aumento en el precio del combustible, pagó más de 5 mil dólares, todo de su propio bolsillo.
Eso contrasta con el programa de subsidio que se ofrece en Gran Bretaña. Los clientes de bajos ingresos y de la tercera edad recibieron gratuitamente la mejoras para su hogar. Otros pagaron menos de mil dólares para aislar una casa de cuatro recámaras, al recibir subsidios de entre 40 y 60 por ciento del costo total.
Otras iniciativas británicas incluyeron dinero para nuevos parques eólicos frente a la costa, pagos a los propietarios de casas que generaran electricidad y calor con energía renovable, y préstamos para instalar paneles solares de techo que pudieran pagarse de forma progresiva gracias a ahorros en los recibos de energía del hogar.
Podría haber algunos incentivos federales estadounidenses en el horizonte, aunque muchos necesitarán ser aprobados por el Congreso. ¿Podrán las compañías de EU competir en el mercado mundial en el futuro?
No, a menos de que EU invierta más en investigación básica de energía renovable y de eficiencia de energía, dijo Emily Carter, profesora de energía y el medio ambiente en la Universidad de Princeton.
Fuente: Reforma, The New York Times, p. 5.
Por: Leslie Kaufman.
Publicada: 25 de Junio 2011.