Algunos no son más que proyectos, ‘renders’ generados en el estudio de un arquitecto con solera. Otros están recién terminados o en construcción y el resto fueron desechados por imposibles, caros o desmedidos. En todos ellos se puede ver la impronta de un futuro, no muy lejano, en el que las grandes construcciones que dominen el horizonte urbano serán autosuficientes y generadores de energía.
¿Utopía o realidad? Ambas se mezclan en la selección de ‘los rascacielos más ecológicos del mundo’ realizada por el portal EcoFriend, que muestra las últimas tendencias en diseño de edificios en altura. Asia y los países árabes son la vanguardia, eso sí, con proyectos realizados sobre todo por europeos. Con todo, sólo dos están terminados.
Uno de ellos es el londinense ‘The Strata’ (BFLS, 2008), el primero que incluyó turbinas eólicas, que producen un 8% de la energía que consume. Construido en 2008 en Londres, mide 148 metros y cuenta con 43 pisos.
El otro pionero de la arquitectura sostenible es el ‘Bahrain World Trade Center’, de los daneses Norwin y Ramboll, terminado en 2007. En realidad, dos torres unidas por pasarelas en las cuales se encuentran molinos de 29 metros de diámetro que generan el 10% de sus necesidades energéticas.
Los que vendrán
El ‘4 Tower en 1’, por ejemplo, se construirá en la ciudad china de Shenzhen. El diseño ganador de Steven Holl, se compone de cuatro bloques conectados por una plataforma horizontal elevada cubierta de ‘verde’ que reciclará las aguas residuales y pluviales. Las fachadas de tres de los edificios, recubiertas por placas fotovoltaicas, incorporan un sistema para dar sombra al interior. Toda la fachada de la cuarta torre contará con un jardín vertical.
En España, también podríamos tener un rascacielos ecológico, o al menos así lo ha pensado el arquitecto Addler Elizalde Lozano. ‘Faceted Ecological’ es aún sólo un proyecto, pero podría ser construido en el río Manzanares en Madrid, si alguien financia la idea. Un edificio autosuficiente, cuya fachada ha sido diseñada para proteger al interior del calor. Un espacio abierto en su interior proporciona luz natural y ventilación a los diferentes espacios. Está equipado con paneles solares y turbinas que producirán el 40% de la energía del inmueble.
Diseños oníricos, pero muy sostenibles
Si queremos ser sostenibles, imitar a la naturaleza suele ser una baza segura. Así, el arquitecto Vivent Callebaut propone una gigantesca ala de libélula de 600 metros en plena ciudad de Nueva York. Aunque, no se trata más que de un proyecto, pues no ha encontrado inversores. Diseñada bajo el concepto de ‘granja urbana’, entre sus 138 plantas se encontrarán 28 áreas de cultivo agrario o animal. Los jardines verticales y los huertos se regarían con el agua de lluvia recolectada.
La vegetación no es solo decorativa, regula la temperatura del edificio y purifica el aire. Una técnica en la que Kenneth Loh y Michelle Lim basan su obra ‘Spiraling solar’. El diseño, un árbol blanco gigante, mezcla los jardines verticales con espacios abiertos. Aún no está prevista su construcción. Tampoco la de ‘The Gesterbine’, con un diseño muy futurista, es del estudio Mode:Lina Architektura. Se presentó al certamen eVolo Skyscraper Competition 2010. La fachada, una sucesión de pilares blancos,está cubierta por aerogeneradores.
Hasta tal punto llega la autosuficiencia, que los hay que tienen vida propia. El proyecto ‘Eco-Cibernetic City’ de Orlando De Urrutia ganó el premio ‘Self-Sufficient CITY, Envisioning the habitat of the future’, en 2009, pero no está prevista su construcción. Un sistema único de LEDs que interactúa con el ambiente, cambia el color la fachada del edificio como un camaleón, evitando el impacto visual. Las dos torres están equipadas con aerogeneradores que aprovechan las corrientes de aire entre las dos estructuras.
Dubai, el país de los rascacielos, también de los ecológicos
El gran crecimiento inmobiliario de Dubai y su predilección por los edificios infinitos, han convertido a este país en el suelo preferido para la mayoría de los rascacielos ecológicos. Aunque, la crisis del ladrillo también se ha dejado ver por la zona y muchos de ellos se han quedado en sólo proyectos. Como ‘Anara Tower’ de los británicos Atkins, cuya construcción fue cancelada. En su cumbre se ubica una cápsula acristalada sostenida por tres brazos, como si de una turbina eólica se tratara.
Uno de los problemas de la zona es la escasez de terreno para cultivo agrario, pero ‘Oasis Tower, de Rhaul Surin, si se constriye, podría producir comida para mantener a 40.000 personas al año. Aparte de las técnicas de huertos verticales, estará equipado con las últimas tecnologías de energía renovable: incorporará turbinas y paneles fotovoltaicos.
La torre ‘Burj Al-Taqa’, de los alemanes Gerberpara, está pensada para la zona del Golfo Pérsico y busca inversores para su construcción. Ahorrará el 60% de la energía que consume y generará el 40% restante. Un enorme parasol giratorio de 4.000 metros cuadrados rodea al edificio dando sombra, pero no quitando luz. Un islote con espejos curvados que recogen los rayos del sol, refrescando el ambiente.
Fuente: Elmundo.es
Por: Irene Linares
Publicada: 31 de septiembre de 2011.