Presionadas para fabricar EVs y desarrollar marcas locales, las compañías extranjeras matarán dos pájaros de un tiro usando nuevos nombres.
En los últimos meses, numerosas empresas automotrices del mundo han revelado planes de permitir que sus joint ventures de China produzcan vehículos eléctricos. General Motors, Daimler AG, Suzuki Motor Corp., Volkswagen AG y Nissan Motor Co., todos han dicho que construirán EVs (electric vehicles) en el país asiático.
¿Por qué quieren esas compañías dar el salto? No para satisfacer a las demandas de los consumidores por vehículos eléctricos. De hecho, las ventas de EVs en China son virtualmente inexistentes.
Las automotrices están haciendo eso porque Beijing quiere que lo hagan.
Si las empresas extranjeras del rubro quieren expandir sus operaciones en China, deben hacer dos cosas. Por un lado, tienen que compartir su tecnología EV con sus asociados chinos, que justamente son compañías propiedad del Estado. Y segundo, deben ayudar a esos asociados a crear nuevas marcas locales de autos.
Cuando esos requerimientos fueron revelados el año pasado, las automotrices extranjeras inicialmente se resistieron. Por ese motivo a empresas como VW les tomó más de lo esperado ganar la aprobación de Beijing para construir nuevas plantas de ensamble en China.
Este año, las extranjeras finalmente dieron a conocer una buena idea. Ellas podrían fabricar EVs en el país, y esos EVs serían lanzandos bajo nuevas marcas creadas por sus joint ventures chinos.
Esto les permite matar dos pájaros de un mismo tiro: producirán EVs en China y crearán nuevas marchas chinas para venderlos.
¿Cómo harán eso? Los detalles son escasos, pero las fábricas han dejado trascender algunas sugerencias. En el Beijing Auto Show del año pasado, Volkswagen reveló el E-Lavida, una versión eléctrica del sedán Golf que VW produce en China. Este mes, VW siguió con la noticia de que su nueva marca Tantus –que compartirá con su socio de joint venture SAIC Motor Corp- lanzará un EV. La compañía no suministró detalles.
Entretanto, GM anunció recientemente que produciría un EV junto con SAIC. La compañía tampoco dio detalles, pero dijo que el nuevo vehículo podría ser una versión eléctrica del sedan Chevrolet New Sail, un prototipo que GM presentó el año pasado.
En agosto, el CEO de Nissan, Carlos Ghosn, anunció planes para producir un EV junto con su socio Dongfeng Motor Corp., bajo la nueva marca Venucia. Ghosn no suministró detalles, a pesar de que señaló que el nuevo vehículo no sería el Leaf.
Otros fabricantes globales de autos podrían realizar un enfoque similar.
Más probablemente, sus primeros autos EV producidos en China estarán basados en modelos de gasolina ya existentes, producidos por sus joint ventures. Y estos vehículos presentarán marcas de fantasía como Venucia.
Muy pronto se escuchará hablar de otras marcas globales, incluyendo a Hyundai Motor Co., habitualmente cautelosa con el tema de los autos eléctricos, que así y todo anunciarán planes para construir EVs en China.
¿Hay un mercado chino para estos vehículos verdes? La respuesta es “no todavía”, debido a los precios prohibitivos de los EVs y la falta de una cadena para realizar las cargas en el país. Pero esto no es importante. Las automotrices extranjeras presentarán EVs de cualquier forma, porque quieren la aprobación de China para expandir la capacidad de producción. Y están finalmente empezando a conseguirla.
Tras un año de espera, VW recibió permiso de la agencia central de planeamiento de China para construir una nueva planta en la provincia sureña de Guangdong. Y pocos días después de firmar su acuerdo para desarrollar un EV con el socio SAIC, GM anunció planes para levantar una nueva planta de ensamble en la ciudad nororiental de Shenyang.
Seguramente, el CEO de GM Dan Akerson insistió en que el gobierno chino no los presione para compartir la tecnología Volt.
Algunos analistas han especulado que las empresas extranjeras no llevarán a China su mejor tecnología EV. En su lugar, harán lo mínimo necesario para cumplir con los requerimientos de Beijing.
¿Van las automotrices estatales chinas presionar a sus socios extranjeros para obtener la última tecnología EV? Los joint ventures internacionales han sido lucrativas para las compañías estatales, dice un veterano analista del mercado automotriz que pidió no ser mencionado. A medida que estas ventures crezcan, los socios chinos tendrán menos incentivos en mover el bote.
Las automotrices privadas chinas –compañías como BYD, Geely y Great Wall- tienen una motivación diferente. Son magras y están hambrientas, y quieren la mejor tecnología ya mismo. En realidad, BYD se ha manejado para negociar un joint venture de EV con Daimler. Pero los otros han sido congelados, y Beijing no está precisamente preocupada por ellos. Los fabricantes privados tendrán que defenderse por sus propios medios.
Fuente: Adlatina.com
Publicada: 30 de septiembre de 2011.