El maltrato, los golpes, las amenazas, las burlas que reciben los niños de sus pares los marcan y transforman.
Es un problema de salud pública cuya magnitud y costos desconocemos en México, pues, a diferencia de otros países, esta violencia entre menores apenas comienza a estudiarse.
Lo indudable es el daño sicológico a las víctimas; no hay que olvidar que es en los primeros años de la vida de una persona cuando las influencias externas determinan la personalidad futura.
El fenómeno es conocido a nivel internacional como bullying. Bienvenido en ese sentido el programa para combatir el bullying en el Distrito Federal.
El Universal, Redacción en “Opinión”, Opinión, p. 16