Jerarquización de gastos con el difícil equilibrio del buen dirigente, del buen gobernante, que atiende en lo sustancial las demandas ciudadanas, pero que las modula y da forma, porque los pueblos pueden ser seducidos por las soluciones fáciles y los gobiernos por las medidas populistas.
Un ejemplo de lo segundo, entre muchísimos, las pistas de hielo en este país tropical que han sido puestas de moda por los gobiernos de todos los partidos, cuyo derroche e impacto ambiental negativo son evidentes, dado el gasto de energía y el ruido de sus generadores, emanaciones a la atmósfera, manchas de diesel en el piso.
Se justifica su instalación porque las pistas no causan gastos de los gobiernos, ya que inversionistas privados absorben el costo a cambio de la publicidad de sus empresas y productos (con la contaminación visual implícita), pero ese es un argumento falaz, ya que las verdaderas contribuciones filantrópicas de empresas podrían ser aprovechadas en obras y proyectos de utilidad permanente, bien instalados, sustentables.