Desde que era un joven estudiante, su vida estuvo vinculada al arte y esto es lo que aplicó en su negocio.
Oriundo de Oaxaca, Armando Ramírez Hernández llegó hace 17 años a Guadalajara proveniente de la Ciudad de México, donde estudió el bachillerato en el Centro de Educación Artística (Cedart) «José Clemente Orozco».
En ese tiempo, además de estudiar, practicaba ballet clásico; sin embargo, el destino lo trajo al municipio de Tonalá, donde empezó a comercializar textiles importados de Guatemala.
Poco después rentó una casa con corral, el espacio perfecto para incursionar en el diseño y elaboración de figuras decorativas con chatarra y fierro viejo que posteriormente condujo a la creación de la empresa Ressikla.
Este emprendedor recordó que la primera figura que hizo con chatarra fue una motocicleta. Precisamente, esta pieza es la más comercializada de su catálogo de ocho líneas, compuestas en total por 800 modelos.
La decisión de transformar chatarra en arte se dio porque desde niño tenía una cultura del ahorro y el reciclaje; así, aprovechaba los desechos de la industria para generar ingresos.
El inicio para Ressikla, como la mayoría de los negocios, no fue fácil, pues los nulos conocimientos en soldadura del propietario lo hicieron pasar tragos amargos y accidentes.
«En mi vida había tocado una máquina de soldar, entonces sí me hacía sentirme francamente impotente, y a veces una motito que yo quería hacer se llevaba de seis a ocho horas entonces mejor la aventaba al terreno baldío de la desesperación.
«Para mí sí fue muy difícil en ese sentido, quién sabe cómo le fui haciendo porque en ese tiempo todo lo hacía yo, yo diseñaba, yo soldaba, yo pulía, yo laqueaba», afirmó.
Poco a poco, la experiencia llevó a Armando Ramírez a perfeccionar su técnica y aumentar su producción.
Actualmente, sólo en una semana y con 12 trabajadores, elabora 500 piezas decorativas de tamaño pequeño, pues las más grandes y complejas le llevan entre dos y tres días.
Parte del crecimiento de Ressikla se dio a partir de que uno de sus productos, un ajedrez de chatarra, apareció en una revista en Estados Unidos, aunque Ramírez Hernández no recuerda el motivo por el que fue publicada dicha fotografía.
«A través de ahí, yo me imagino, como en la cuna del capitalismo, la mercadotecnia hizo lo demás, su función. Entonces empezó a venderse como ‘pan caliente'», dijo.
La mayoría de su producción la exporta a Estados Unidos, y al año genera ingresos por 800 mil pesos, de los cuales, 500 mil provienen de ventas en ese país.
Antes, Ramírez Hernández compraba sus insumos a las chatarreras, pero debido al alto costo decidió acercarse directamente con las industrias.
Entre sus proyectos a futuro se encuentra abrir un café galería diseñado con muebles de chatarra.
«Es a partir de los comedores, a partir de una cava, a lo mejor de una barra de vinos, todo lo que hay alrededor de un restaurante bar, esas son mis pretensiones, diseñar esculturas que puedan dar servicio», afirmó.
Su pasión por el arte y por perfeccionar su técnica lo llevó a iniciar la Licenciatura en Artes Visuales en la Universidad de Guadalajara, la cual cursa en este momento.
Para contactar a Ressikla llame al teléfono 3683-4514, o bien, entre a la página www.ressikla.com.mx.
Sacan chispas
La mayor parte de las ventas de Ressikla se hacen en Estados Unidos.
Para el recuerdo
·Cuando Armando Ramírez empezó a crear figuras decorativas, los accidentes con la máquina soldadora fueron constantes.
Un día estuvo a punto de electrocutarse, al pisar un charco de agua cuando estaba en ese proceso.
Pieza Básicas
Estos elementos son la base para crear artesanías en Ressikla:
·Bujías
·Tuercas
·Varilla
·Lámina
·Piezas de motores de autos
$800,000 al año son las ventas de Ressikla.
$500,000 del total de ventas vienen de EU.
800 piezas integran su catálogo.
8 líneas de productos manejan.
12 personas conforman su plantilla laboral.
Fuente: Reforma, Negocios, p. 9.
Publicada: 2 de diciembre de 2011.