En México, por cada dólar que gana un hombre una mujer recibe 80 centavos. Las cifras dadas a conocer en el documento Igualdad de género y desarrollo elaborado por el Banco Mundial (BM) indican que, aunque en muchas naciones en desarrollo la fuerza laboral de las mujeres se ha incrementado en el último cuarto de siglo, este aumento no se ha traducido en igualdad de oportunidades ni en salarios igualitarios.
Según el estudio, entre los factores que limitan las oportunidades de las mujeres están el uso del tiempo, el acceso a las propiedades, al crédito y además de las diferencias de trato y acceso a diferentes mercados (trabajo, redes de contacto). El aumento del ingreso tiene “cierta influencia” para modificar este patrón, pero no lo elimina.
“Las interacciones de esos distintos factores, que se refuerzan mutuamente, hacen que el problema sea particularmente difícil de superar”, argumenta el BM.
Añade que las mujeres y hombres tienden a trabajar en segmentos económicos distintos, y en casi todos los países las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de dedicarse a actividades de baja productividad. “También es más probable que tengan trabajos asalariados o no remunerados en el sector informal”, se explica en el documento.
Es por esto que las mujeres continúan trabajando en actividades económicas consideradas como “femeninas”.
La desigualdad laboral también repercute en las interacciones en el hogar, donde las mujeres siguen teniendo menor participación en las decisiones familiares. Igualdad de género y desarrollo compara a México con naciones como Haití y Camboya, donde los datos sugieren que la violencia doméstica de la que ha sido testigo una persona menor se repite en la edad adulta.
Hombres y mujeres jóvenes también tienden a estudiar en terrenos muy diferentes —las mujeres prefieren la educación y las humanidades, mientras que los hombres se inclinan por la ingeniería, la agricultura y la ciencia— en formas que no guardan relación con sus capacidades, aunque se reproducen a lo largo de las generaciones y no desaparecen a medida que aumentan los ingresos.
El documento del organismo internacional añade que en México, Guatemala, Bolivia y Perú la brecha de escolarización entre hombres y mujeres aún no se ha cerrado.
Fuente: ElUniversal.com.mx
Por: Mariana León Medina.
Publicada: 13 de enero de 2012.