Unas singulares estufas que alcanzan hasta 125 grados Celsius de temperatura, suficiente para cocer maíz, frijol y carnes en una olla de presión utilizando únicamente la energía del Sol, son una opción no contaminante y de bajo costo que desarrolla el ingeniero José Antonio Urbano en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN.
Con dos prototipos listos, uno desarrollado para comunidades del campo y otro para la ciudad, el investigador del Departamento de Ingeniería Eléctrica ofrece una tecnología que aprovecha el promedio de 300 días al año que el Sol irradia al país.