Una de las premisas que se marcan los arquitectos e ingenieros a la hora de diseñar un edificio es lograrlo a través de tecnologías y materiales que alcancen una máxima eficiencia energética. El certificado LEED Platino es el título más prestigioso del sector a nivel internacional y está promovido por el Consejo de Construcción Verde de Estados Unidos, organización que conciencia en el desarrollo de una arquitectura más sostenible.
Un polideportivo vasco, asesorado por la firma vallisoletana Vega Ingeniería, ha conseguido este sello distintivo que lo convierte en el primer edificio español en conseguirlo. Un moderno polideportivo que con tecnologías como paneles solares térmicos, motores de cogeneración y sistemas de iluminación inteligentes logra un ahorro de un 50% en consumo energético.
El polideportivo vasco, que ha recibido la prestigiosa certificación LEED Platino -que lo acreditan como el primer edificio de España en lograrlo-, incorpora en sus instalaciones una amplia batería de tecnologías innovadoras cuya acción logra alcanzar un ahorro energético de hasta un 50%, si se compara con edificios diseñados bajo la normativa de edificación existente.
El proyecto germinó en el año 2010 cuando los responsables de Bilbao Kirolak, entidad del Ayuntamiento de Bilbao encargada de la rehabilitación del antiguo polideportivo del barrio bilbaino de San Ignacio, se pusieron en contacto con la ingeniería vallisoletana Vega bajo el propósito ejecutar una obra orientada a mejorar las instalaciones con unos «parámetros de eficiencia energética y un ahorro energético óptimo».
«Vimos la necesidad que mostraba este equipamiento deportivo de lograr una reducción en el coste de su mantenimiento y optamos por orientar el proyecto a la obtención del certificado LEED, que es un sello clave para asegurar un diseño sostenible que esperamos extender al resto de polideportivos de la ciudad», indica Sabin Anuzita, concejal de Deportes en la ciudad bilbaina.
Para ello se pusieron en contacto con la firma vallisoletana, especializada en ingeniería sostenible y experta en el asesoramiento de instituciones y empresas para la obtención de este prestigioso certificado norteamericano; el sello más prestigioso del sector a nivel internacional, que está promovido por el Consejo de Construcción Verde de Estados Unidos, una organización que conciencia en el desarrollo de una arquitectura más sostenible y eficiente. Vega Ingeniería se dedicó a ayudar a los redactores del proyecto y al propio ayuntamiento «sobre qué medidas energéticas debían implementar en el futuro equipamiento para lograr el LEED Platino».
«En el mundo existen 9.000 edificios con este sello, pero España carecía aún de la distinción del LEED Platino. El polideportivo vasco ya lo tiene, y lo certifica como el primer edificio del país que logra esta prestigiosa distinción», subraya Rafael Vega, director de la firma.
Entre las variadas áreas asesoradas destacan instalaciones de energía fotovoltaica, paneles solares térmicos destinados a calentar agua de duchas, así como sistemas de recuperación de agua de las piscinas o motores de cogeneración a lo que se une un sistema inteligente de iluminación.
Una de las primeras estancias del equipamiento que ha experimentado la acción de esta batería de medidas energéticas está ubicada en la cubierta del polideportivo. De esta manera, el techo de las instalaciones deportivas está dotado de un completo parque de paneles solares térmicos. Una instalación orientada al «aprovechamiento de la radiación solar» para abastecer de agua caliente a las duchas del complejo y que abarca una extensión de 60 metros cuadrados.
Entre las ventajas que ofrecen los paneles que precalientan el agua se encuentra la posibilidad de utilizar una «menor cantidad de gas natural» para esta función al emplear únicamente la energía procedente del Sol. «Funciona tanto en días soleados como nublados porque están configurados para prolongar su funcionamiento con independencia del tiempo», indica Félix Añibarro, jefe de mantenimiento del polideportivo.
Junto a esta innovadora instalación destaca la presencia de una planta solar fotovoltaica, ubicada en la cubierta de las pistas exteriores. Suministra una potencia cercana a los 50 kw de energía que puede ser reorientada para su uso en la red de suministro eléctrico general del barrio.
El área de las piscinas es otra de las instalaciones que ha visto mejoraras sus prestaciones con tecnología de última generación. Así, un motor de cogeneración, situado debajo de la piscina, ofrece una potencia energética cifrada en 500 Kw que genera «electricidad a partir de gas natural y produce energía térmica gratuita para calentar el agua de las piscinas», detalla el experto. Incorpora además un módulo alternador que es capaz de inyectar la energía a la red de suministro a través del motor de combustión.
«La venta de la electricidad producida por estas estaciones está regulada en el mercado con un precio favorable para el producto, por este motivo, es una instalación cada vez más presente en la edificación de edificios».
Entre las prestaciones que ofrece el uso de un motor de cogeneración figura la posibilidad que brinda a los gestores del equipamiento de obtener una electricidad más eficiente y con un rendimiento «superior» al ofrecido por estaciones convencionales.
«Duplica la energía habitual producida por este tipo de instalaciones de calderas y además, ahorra notablemente el gasto económico efectuado en el mantenimiento del polideportivo. Es una instalación que se amortiza en sólo tres años», detallan.
Junto a este novedoso equipamiento destaca la presencia de un mecanismo de lonas, dotadas de diversas capas plásticas, que por control remoto se despliega para evitar la evaporación del vapor de agua en las piscinas. «Es un sistema que elimina el daño que provoca la evaporación del agua en la estructura a lo que suma una ahorro energético importante al evitar el efecto nocivo de la humedad».
A esta innovadora tecnología une un pionero sistema de climatización, ubicado también debajo de la piscina, cuya labor es lograr una «deshumectización» del ambiente. En comparación a los sistemas tradicionales de climatización, los responsables del polideportivo optaron por la aplicación de un sistema propio de calentamiento a través de un compresor.
El sistema incorpora también un desinfectante de agua que elimina los aditivos químicos como es el caso de los hipoclorito. «Lo producimos con una solución de sal que mediante una reacción electroquímica logra un desinfectante saludable y con menos efectos que un componente industrial».
Un último apartado sostenible se completa con la instalación de iluminación altamente eficiente que se controla mediante un sistema centralizado. El gimnasio y el resto de estancias del polideportivo están iluminada por fluorescentes eficientes que posibilitan una mejor regulación de la intensidad lumínica.
El alumbrado es supervisado por un sistema de control con ordenadores que programan el uso de luz en función de calendarios y horarios del equipamiento deportivo. El sistema informatizado activa los horarios y calendarios de los circuitos del recinto. «Los circuitos que dan servicio a locales expuestos a la luz del exterior están dotados de sensores de presencia que disminuye la luz en función de la radiación solar».
Junto a las modernas instalaciones el material que reviste el equipamiento es «100% sostenible». Se ha utilizado para su diseño materiales reciclados y madera con certificado FSC (Forest Stewardship Council) que «califica el material obtenido de bosques sostenibles y la madera ha sido extraída protegiendo poblaciones autóctona».
Entre las principales ventajas que ofrece el diseño sostenible de este polideportivo figura su ahorro energético que los responsables cifran en un 50% mayor, en comparación a otras edificaciones. A ello une «un mayor confort y salud para los usuarios que pueden disfrutar de un equipamiento sostenible». «Cada zona está controlada la temperatura y el aire para lograr un ventilación más optima, porque emite menos CO2 al reducir al uso de electricidad», concluye.
Fuente: Elmundo.es
Por: Patxi Arostegi.
Publicada: 30 de enero de 2012.