Si bien las ONG suelen tener una mejor comunicación de los temas responsables que las mismas empresas, a veces la creatividad se les desborda y no miden consecuencias de sus comunicados. Tal es el caso de Life Always y su campaña contra el aborto.
La causa puede ser la más loable, defender la vida de un ser en formación: sin embargo el medio no puede ir contra la sociedad misma, y es lo que el gráfico diseñado para Life Always hizo.
En el enorme espectacular que se exhibía en el Soho neoyorquino, aparecía una niña negra con el mensaje: ‘El lugar más peligroso para un afroamericano es el útero’; obviamente en alusión al porcentaje de mujeres afroamericanos que se practican abortos.
Los mensajes sociales normalmente se hacen en defensa de grupos vulnerables, pero para que estos tengan un efecto positivo en las comunidades se necesita que no agredan a otros grupos de la sociedad.
Lamar Advertising cedió ante las presiones y la ola de protestas que esta campaña causó, retirando el anuncio de la pared aunque Life Always había pagado para mantener la valla durante tres semanas.
Por si fuera poco, Tricia Fraser, la madre de la niña de seis años que aparece en el cartel (Anissa Fraser), mostró también su indignación y anunció acciones legales contra Life Always por usar sin consentimiento la imagen de su hija (la foto fue adquirida a una agencia de modelos infantiles para la que posaron la niña y sus tres hermanas hace unos meses).
Un claro ejemplo de que lo social no puede ir contra lo social.