A priori, parece que una secretaria de Estado, una actriz ganadora del Oscar por interpretar a Margareth Thatcher, una presidenta del FMI, una premio Nobel, una directora-actriz-activista, o una exprimera dama no tendrían muchas cosas en común de las que hablar. Sin embargo, esta semana tanto Hillary Clinton, como Meryl Streep, Cristine Lagarde, Leymah Gbowee, Angelina Jolie o Barbara Bush se reúnen en Nueva York para hacer causa común y debatir sobre los retos y problemas que afectan a las mujeres.
A lo largo de tres días (del 8 al 10 de marzo) todas estas invitadas especiales participarán en la Cumbre de Mujeres en el Mundo que organiza la revista Newsweek. Y junto a ellas, una ecléctica lista entre las que se encuentran más de 100 de las mujeres más poderosas e influyentes del planeta. Desde consejeras delegadas de empresas punteras a líderes políticas, pasando por periodistas como la directora de The New York Times, Jill Abramson; diseñadoras top como Diane Von Furstenberg, inventora en los años setenta del vestido camisero; o hijas de antiguos presidentes de Estados Unidos como Chelsea Clinton.
En la agenda, el peso de las disidentes en la primavera árabe, la transcendencia de la mujer en la recuperación económica, la endeble situación de las empleadas de hogar que trabajan en condiciones deplorables pero que aportan millones a la economía -sobre todo a las cuentas de sus países de procedencia, porque la mayor parte de sus salarios es enviada a su tierra natal- o la creciente presencia de mujeres en la política africana.
Este es el tercer año consecutivo en el que se celebra esta cumbre y algunas de sus participantes, como Hillary Clinton, han estado presentes en todas las ediciones. Streep, Jolie (que se ha estrenado como directora con En tierra de sangre y miel, un drama amoroso que se desarrolla en plena guerra de los Balcanes) y Von Furstenberg, por ejemplo, también repiten la experiencia. No es el caso de Rania de Jordania, que en esta ocasión no acudirá a la cita anual para mostrar su preocupación y compromiso con los problemas que afectan a las mujeres.
Y a diferencia de otras reuniones similares, cualquiera puede presenciar los debates y las charlas previo pago de una entrada cuyo importe irá destinado a la fundación Mujeres en el Mundo.
Fuente: Elpais.com
Por: Eva Sáiz
Publicada: 5 de marzo de 2012.