No hace mucho le platicaba de las acciones legales que todavía hay entre el sistema Coca Cola que preside Brian Smith y la peruana Ajemex dueña de Big Cola, tras de que en 2008 la CFC declaró a la compañía con sede en Atlanta con poder sustancial y la sancionó por prácticas monopólicas.
En el contexto del Día de la Competencia que ayer se celebró, vale platicar un poco más de este asunto, máxime cuando mañana se espera un fallo que podría ser definitivo en el recurso por daños y perjuicios que arrancó Ajemex que comanda Angel Añaños contra su rival.
El Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Distrito va a resolver al menos tres excepciones de improcedencia del recurso de Ajemex que han interpuesto algunas de las embotelladoras involucradas.
El tribunal decidió agrupar todos los recursos para resolverlos en conjunto.
La contraparte de Big Cola no es tanto Coca Cola Export que se ha mantenido al margen, sino las embotelladoras que fueron declaradas con poder sustancial en el mercado, en un asunto que incluso llegó a la SCJN, por lo que ya es cosa juzgada.
En dicho expediente quedaron involucradas básicamente FEMSA de José Antonio Fernández “el diablo”, Arca ya con Contal en sus entrañas y que comanda Manuel Barragán, La Peninsular de Fernando Ponce y Yoli de Roberto Dotson, entre otras.
En su defensa los abogados de Arca han esgrimido que el juicio por daños y perjuicios que inició Ajemex debe desahogarse por la vía civil y no por la mercantil.
Ajemex se amparó y presentó diversos argumentos que validan su posición para que el asunto se ciña al Código de Comercio.
FEMSA a su vez ha alegado que la determinación de daños y perjuicios corresponde a lo que establece el artículo 38 de la Ley Federal de Competencia, o sea que el órgano monopólico debe fijar dicho monto.
Obviamente Big Cola asegura que esa petición no corresponde a lo que establece el mencionado artículo y que los daños y perjuicios son atribución de un juez.
Por último los embotelladores han esgrimido en los tribunales la aplicación de algunos artículos de la ley ya reformada que entró en vigor en mayo de 2011, no obstante que la sanción por prácticas monopólicas relativas data de 2008.
Este otro tema es importante en la causa de la embotelladora peruana, puesto que se exige se declare a las sociedades involucradas nulas, en este caso a las embotelladoras, puesto que el “acto ilícito”, o sea las prácticas monopólicas relativas prevalecen.
A la fecha, precisamente por la falta de elementos para sancionar a los infractores, la aplicación de la Ley Federal de Competencia ha resultado letra muerta en muchos casos, dado que las penas se han circunscrito en todo caso a una multa administrativa que para un monopolio es irrelevante.
Así que habrá que ver en que resulta esta extensión del enfrentamiento de Big Cola contra el sistema Coca Cola que por lo menos en el ámbito de la CFC que preside Eduardo Pérez Motta resultó a favor de la peruana.
En este caso el golpe económico para las embotelladoras de Coca Cola podría ser mayor si la demandante logra que prevalezcan sus argumentos en los tribunales.
Fuente: ElUniversal.com.mx
Por: Alberto Aguilar, Nombre, nombres… y nombres.
Publicada: 22 de marzod e 2012.