Prevé sancionar a los particulares y a las empresas que sobornen
El Presidente Felipe Calderón promulgó el viernes pasado la Ley Federal Anticorrupción en Contrataciones Públicas que pretende superar la esfera del funcionario para castigar también a particulares y empresas.
«Hasta ahora -argumentó el Mandatario en una sencilla ceremonia desarrollada en Los Pinos- la corrupción se ha entendido como un acto del servidor público, nada más, (y) por supuesto que lo sigue siendo; pero debemos poner con toda claridad que no sólo se corrompe o no sólo comete un acto de corrupción quien recibe el dinero, sino, también quien lo da, trátese de persona física o trátese de una empresa.
«Por lo tanto -añadió-, se reconoce la corresponsabilidad en los actos de corrupción entre el sector público, por un lado, y el sector privado, por el otro. (…) Siempre que existe un funcionario que acepte un soborno, existe, también, alguien que se lo ofrece: un ciudadano o una empresa, o que acepta dárselo».
Acompañado por el Secretario de la Función Pública, Rafael Morgan, Calderón explicó que con el nuevo ordenamiento será posible «punto final» a la corrupción de las empresas, «que es tan nociva como la corrupción de los agentes gubernamentales».
En consecuencia, puntualizó, se establecen ahora las sanciones a las que serán acreedoras las personas físicas o morales que participen en actos de corrupción: la ley considera sanciones que podrían alcanzar los dos millones de salarios mínimos, unos 124 millones de pesos.
De esta forma, detalló, «no sólo castigamos a los particulares que hayan incurrido en actos de corrupción, sino que nuestro objetivo es que haya bases para que exista una mayor autorregulación en las empresas, (para que) sus organismos directivos sean plenamente conscientes de que tienen que revisar la actuación de sus ejecutivos».
Paralelamente, dijo el Presidente, se señalan las condiciones a partir de las cuales puede ser reducida la sanción con quien colabore en el camino que lleva a descubrir actos de corrupción: soborno, extorsión, colusión, simulación, tráfico de influencias y presentación de información falsa.
«En suma -resumió-, esta nueva Ley representa un paso fundamental para erradicar este cáncer social y público, que es la corrupción».
Por lo pronto, el Mandatario habló del «gran pendiente» que está fuera del alcance de su Gobierno: el avanzar en la homologación contable y en la transparencia en todas las entidades federativas.
«No es posible -alegó-que a nivel federal tengamos una Ley de Transparencia, (aunque) haya entidades federativas donde francamente prevalece la opacidad, que es la madre de la corrupción en México y en el mundo.
«Mientras haya opacidad, habrá corrupción. Y, por lo tanto, el gran pendiente de la República está, precisamente, en la homologación contable de los recursos públicos a nivel estatal, y en la plena transparencia y disponibilidad de cuentas para los ciudadanos».
Calderón remató su discurso sugiriendo la necesidad que hay de erradicar «la visión patrimonialista que prevaleció durante décadas entre funcionarios, entre algunos funcionarios que pensaban que trabajar en el Gobierno era llegar a un arca abierta para enriquecerse».
Fuente: reforma.com
Por: Mayolo López
Publicada: 09 de Junio de 2012