¿De qué estamos hablando cuando nos referimos al “consumo sustentable”? Hoy en día ha corrido mucha tinta sobre el tema del calentamiento del planeta, los impactos ambientales a causa de la desmedida extracción de recursos naturales y una desigual distribución de los bienes básicos.
En términos de la ingeniería ambiental, el ciclo a que nos referimos es el “de la cuna a la tumba” de los productos, en el marco de un consumo que, para ser “sustentable”, debe poner el énfasis en reconocer que el acceso a los satisfactores básicos en la actualidad mantiene fuertes desequilibrios.
El proyecto Jóvenes por el Cambio surgió de una encuesta aplicada en 2000 por el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) y la UNESCO a 10 mil jóvenes de 18 a 25 años, para conocer qué pensaban ellos del futuro.
A partir de los resultados de ese ejercicio, se propuso generar información para que los jóvenes, que son la mitad del planeta y cuyo 90% habita en países en desarrollo, se conviertan en actores estratégicos con patrones de consumo más responsables.
Evita alimentos genéticamente modificados (hasta que se conozca su impacto total) y carne producida en ganadería intensiva.
Milenio, Suplemento Fin de semana, p. 31, Domingo 22 de febrero de
2009