Algunos trabajadores son rechazados por su nacionalidad y su orientación sexual, refiere sondeo; el género, clase social, ideología política y la apariencia física influyen, según Trabajando.com.
Factores como la edad, preferencia sexual y religión pueden convertirse en motivo de discriminación para una persona, y en materia estrictamente laboral la situación no es distinta.
Tener una creencia ideológica o cierta nacionalidad y característica física puede ser suficiente para que un empleador prescinda de un colaborador o incluso se niegue a contratarlo.
Esa situación es más común de lo que pudiera imaginarse en México. Alrededor de 78% de los profesionistas asegura que ha sido discriminado en su trabajo, refiere una encuesta elaborada por el portal Trabajando.com, aplicada a 2,000 participantes.
La argentina Paulina Correa, ingeniera en sistemas, cuenta cómo enfrentó una situación de este tipo. «Acudí a una entrevista de trabajo para llevar un proyecto de redes sociales. Luego de dos reuniones con recursos humanos, llegó la tercera con quien sería mi jefe, y además de preguntarme sobre mi experiencia laboral, se entretuvo en saber cuánto tiempo tenía en México y qué me parecía el país; qué me gustaba o desagradaba. ¿Increíble, no?», dice la profesionista.
Tras un par de semanas, Paulina no recibió ninguna llamada referente al puesto. Ella investigó con una conocida en la empresa si la vacante había sido cubierta. «Me quedé frustrada cuando me dijo que su jefe era un poco especial con la ‘nacionalidad’, y al parecer yo no iba a entender a los clientes mexicanos. También argumentó que mi acento aún era muy marcado para tener tanto tiempo en el país. Me frustró», dice.
Erika Lozano también vivió una situación de discriminación durante su embarazo. En una reunión con quien era su jefe de área, dice, ella olvidó incluir unos datos para un reporte y el director comentó frente al resto del equipo: «Es natural, a las mujeres embarazadas les pasa eso, se olvidan de las cosas y están cansadas, hay que darles ‘chance'», relata la ex colaboradora de una empresa de relaciones públicas.
Trabajando.com preguntó a los participantes cuáles creen que son las principales razones de discriminación en el trabajo. El 61% de los encuestados coincide en que es la nacionalidad o lugar de origen, 18% su orientación sexual, 11% el género, 6% la clase social, 3% la ideología política, y 1% señala que la apariencia física.
Llama la atención que los mexicanos afirmen que estos actos son comunes en las empresas, y cuando se les preguntó si ellos han discriminado, 81% niega haberlo hecho alguna vez, pero 10% reconoce haber tenido esta actitud, que asegura fue inconsciente.
A la lista de factores discriminatorios que citaron los encuestados, se agrega la edad. La Oficina de Estadística Nacional del Reino Unido (The National Statistics Opinions Survey) realizó un informe con base en un sondeo entre más de 1,000 profesionistas. Cuando se les pidió su opinión sobre las personas de 60 a 70 años, dijeron que pueden ser más competentes que los empleados jóvenes por su experiencia. Cuando les preguntó qué tan adecuado es tener un jefe mayor, más de la mitad cree que un supervisor de 70 años de edad es «inaceptable» en comparación con tener uno de 30 años.
En promedio, los encuestados dijeron que «la juventud», en términos laborales, finaliza a los 41 años y la «vejez» inicia a los 59 años. Las experiencias de discriminación por edad son más frecuentes en las empresas con colaboradores mayoritariamente jóvenes (menores de 25 años); en esos casos es dos veces más probable experimentar un acto de discriminación por edad.
Margarita Chico, directora corporativa de Comunicación de Trabajando.com México, menciona que es deber de cada uno de los miembros que componen una organización apoyar para que este tipo de situaciones no ocurra en lo laboral.
El primer paso es hacer notar estas conductas, reprocharlas y establecer normas para que no vuelvan a presentarse.
La realidad es otra, «pocas compañías en el país tienen claramente establecidas sus políticas contra la discriminación», subraya la psicóloga industrial Patricia Noriega. Este tema, dice, debe abordarse en todos los niveles, y también fomentar políticas y grupos de trabajo para difundir la diversidad.
En México, la trasnacional American Express promueve ese tipo de políticas. La compañía financiera cuenta con redes de grupos minoritarios (uno de éstos compuesto por colaboradores LGBT -lésbico, gay, bisexual y transexual-) y desarrolló un proyecto para incorporar en el área de atención telefónica a un grupo de personas con capacidades diferentes.
Además tiene el Diversity Officer, una unidad que se encarga de diseñar estrategias para adaptar las políticas de la compañía a los diversos grupos de su población de trabajadores.
Fuente: cnnexpansion.com
Publicada: 13 de Agosto de 2012