Por Josep M. Lozano
Vivimos en plena apología de la innovación y el cambio. Son lo políticamente correcto, y forman parte del horizonte más allá del cual no se puede pensar nada. Son términos que arrastran una connotación positiva previa a cualquier consideración crítica sobre lo que ocurre en nombre de la innovación y el cambio.
Esto se manifiesta en el debate actual sobre el papel de las humanidades en la formación de profesionales. Hace ya bastantes años que Schön planteó la necesidad de formar profesionales reflexivos. Hoy esto es una obviedad: formar meramente técnicos reproductores de lo que ya existe es formar para el pasado, y no para el futuro. Pero Schön se olvidó de plantear sobre qué deben reflexionar los profesionales reflexivos. Creo que se olvidó porque, como nos pasa a todos tantas veces, lo daba por descontado: los profesionales reflexivos deben ser capaces de reflexionar sobre su práctica profesional. Pero hoy necesitamos algo más. A nuestro entender, cuando nosotros decimos que necesitamos formar profesionales reflexivos, debemos tener en cuenta tres dimensiones: la capacidad de reflexionar sobre su práctica profesional, la capacidad de reflexionar sobre sí mismos en el contexto de su práctica profesional, y la capacidad de reflexionar sobre su práctica profesional en el contexto de su sociedad. Y esto significa una visión amplia de la reflexión, que incluye qué se piensa, sobre qué se piensa, cómo se piensa y desde donde se piensa.
Y en este proceso es clave incorporar las humanidades en la formación de profesionales. No como complemento o decoración, sino como un camino de acceso privilegiado a la comprensión del propio lugar en el mundo. Por eso decíamos que la sumisión a la innovación y el cambio como valores absolutos arrastra en muchas personas la mentalidad de que no hay nada relevante que se pueda aprender o considerar de las grandes producciones canónicas de la humanidad (si es que la idea de canon tiene hoy alguna credibilidad, lo cual dudamos). En cualquier caso, integrar las humanidades en la formación de profesionales significa fomentar una indagación personal y una conversación sostenida en el tiempo mediante la confrontación directa y contextualizada con las grandes creaciones de la humanidad.
Porque se trata precisamente de no olvidar que, dado que los profesionales y directivos son personas (hasta que no se demuestre lo contrario), no podemos hablar honestamente de educación si aceptamos como asunción previa la esquizofrenia o la fragmentación. A veces lo que llamamos educación se parece a alguien que fuera a muscular en el gimnasio pero sólo desarrollara uno de sus brazos, y exhibiera uno de ellos digno de Rafa Nadal y otro propio de un alfeñique. Pues lo mismo ocurre cuando damos por bueno un analfabetismo vital que permite que tanta gente considere como algo irremediable o incluso de buen ver simultanear una casi nula confrontación con su condición humana y una sosfisticada confrontación con su especialidad técnica.
Porque creemos que hay que tener claras un par de asunciones fundamentales: que más allá de nuestras vida fragmentadas tiene valor la indagación sobre el propósito de nuestras vidas, y que el propósito de nuestras vidas no se reduce al propósito de una parte o ámbito de nuestras vidas.
Josep M. Lozano
Profesor del Departamento de Ciencias Sociales e investigador senior en RSE en el Instituto de Innovación Social de ESADE (URL). Sus áreas de interés son: la RSE y la ética empresarial; valores y liderazgos en las organizaciones; y espiritualidad, calidad humana y gestión. Ha publicado sus investigaciones académicas en diversos journals. Su último libro es La empresa ciudadana como empresa responsable y sostenible (Trotta) Otros de sus libros son: Ética y empresa (Trotta); Los gobiernos y la responsabilidad social de la empresa (Granica); Tras la RSE. La responsabilidad social de la empresa en España vista por sus actores (Granica) y Persona, empresa y sociedad (Infonomía).
Ha ganado diversos premios por sus publicaciones. Fue reconocido como Highly commended runner-up en el Faculty Pionner Award concedido por la European Academy of Business in Society i el Aspen Institute. Ha sido miembro de la Comissió per al debat sobre els valors de la Generalitat; del Foro de Expertos en RSE del MTAS; del Consejo Asesor de la Conferencia Interamericana sobre RSE del BID; y de la Taskforce for the Principles for Responsible Business Education del UN Global Compact. En su página web mantiene activo un blog que lleva por título Persona, Empresa y Sociedad