Para: Bruno Newman,
formador de lectores
y comunicadores
Por Emilio Guerra Díaz
«Venid senadores, congresistas por favor oíd la llamada y no os quedéis en el umbral, no bloqueéis la entrada, porque resultará herido el que se oponga, afuera hay una batalla furibunda pronto golpeará vuestras ventanas y crujirán vuestros muros porque los tiempos están cambiando». Bob Dylan
La Fundación Alfredo Harp Helú sigue invirtiendo recursos en la comunidad. Hemos señalado en varias ocasiones en Expok que Don Alfredo es uno de los hombres más generosos que existen en México pues las asignaciones que hace a su Fundación provienen de su propia fortuna. También que es fanático del Beisbol y un bibliófilo. Además del trabajo que realiza en el estado de Oaxaca, tocó ahora a la Ciudad de México recibir su ayuda porque se asoció con otro amante de los libros como es Don Bruno Newman en un proyecto que les llevó más de 18 meses de arduo trabajo.
A raíz del éxito que tuvo la apertura de una biblioteca en Oaxaca, Harp y Newman, recuperaron un espacio en Mixcoac que estuvo descuidado para replicar el modelo Biblioteca BS-IBBY México/A leer. La Casona de Mixcoac, catalogada y protegida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, que ahora es la sede de esta biblioteca especializada en textos para niños y jóvenes fue un inmueble, como muchos de la región, que a principios del siglo XX eran edificados como casas de descanso para familias acomodadas y que deseaban “salir” de la Ciudad de México.
Fue la época donde se edificaron los castillos que albergaron a los Colegios Williams (todavía en servicio) y el Madrid (finalmente demolido y en cuyo terreno hoy se encuentra la estación del metro Mixcoac) y todavía se escuchaba correr el agua del río homónimo. Era el barrio donde vivía nuestro amigo del grupo 33 de los Scouts, Miguel Ángel alías “El Quino” fan de los Kiss y el Maestro Octavio Paz; donde se hacía el recorrido del tranvía cuyas vías unían San Ángel con la glorieta de Chilpancingo y de ahí podría uno seguir por Insurgentes… mi madre me llevaba a comprar pastelillos en El Molino.
La Biblioteca BS-IBBY de Mixcoac se encuentra en la calle de Goya 54 de esa colonia y desde la semana pasada da servicio con más de 25 mil ejemplares en papel y otras 3 mil obras digitalizadas. La Fundación Harp Helú se encargó de la adecuación del inmueble y se señala que gracias a las obras de remodelación se logró duplicar el espacio útil para los propósitos educativos.
La Directora de la Fundación Harp Helú, María Isabel Grañén Porrúa, señaló que la biblioteca dispone de los siguientes servicios: Librería, salón de usos múltiples, estudio de grabación y cafetería. La sede de la biblioteca por supuesto que está diseñada para facilitar la visita de personas con necesidades especiales de traslado. Por cierto, Grañén Porrúa recibe en estos días un homenaje en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara por su trayectoria como bibliómana. Azucena Galindo fue invitada al proyecto y será responsable de la Dirección General.
Esta obra ejemplifica perfectamente el valor del sector filantrópico respecto a la preservación y difusión del patrimonio cultural pues, se atiende el interés público, se brindan servicios pero la administración de la biblioteca es privada, con la premisa de ser una actividad no lucrativa.
Ahora se afirma que la Fundación Alfredo Harp Helú está desarrollando un nuevo proyecto para recuperar el archivo General de Oaxaca.
Desde el Consejo Directivo
Atinada ha sido la actitud del presidente electo Enrique Peña Nieto con la sociedad civil, así lo señalan los miembros del Directorio, pues desde que se oficializó su triunfo se dio a la tarea de trabajar con organizaciones que trabajan en distintas áreas de interés como seguridad, discapacidad, inclusión, etc.
Como parte de su estrategia organizó mesas de trabajo donde designó a personas de su equipo a establecer diálogo con directivos y activistas de organizaciones filantrópicas. Carolina Viggiano es una de esas personas que está trabajando con Consuelo Castro, reconocida jurista y especialista del marco legal del sector filantrópico en México. Y no obstante que su equipo no fue invitado al III Foro de Voluntariado del 18 de octubre, lo que hubiera sido una excelente oportunidad para tender un verdadero puente de transición respecto al ars del voluntariado en México, es un tema que está en el interés del nuevo gobierno: Fomentar la participación ciudadana a través del voluntariado.
Ahora ha sido muy oportuna su presencia en uno de los eventos más destacados del sector filantrópico y de sociedad organizada como es la Reunión Anual del Centro Mexicano para la Filantropía. Ahí, Enrique Peña Nieto señaló que en su relación con el sector filantrópico estará basado en tres principios: 1) Será respetuoso de su independencia, 2) Alentará el trabajo entre su gobierno y las organizaciones civiles, no sólo para escucharlas sino para promoverlas “Para ello, comprometo hacer revisión de los estímulos, de los incentivos y de todos los recursos que deben estar enmarcados en la legislación para favorecer y para promover la creación de más organizaciones de la sociedad civil” y, 3) Trabajar para que la relación entre gobierno y OSC tenga mayor eficacia.
El Presidente del Consejo Directivo llamó la atención en la famosa canción de Bob Dylan, “The times the are a changin”, porque a diferencia de hace por lo menos 3 lustros, el primer mandatario “hacía el favor” de aceptar invitaciones a este tipo de eventos. Hoy, en cambio, los tiempos que están transformando a la sociedad y a la civil que organizada participa del fluido de Cronos, hacen que mandatarios, gobernadores y legisladores reconozcan la necesidad de estar presentes en las actividades del sector ciudadano, no como un sólo hecho de legitimación de sus gobiernos, sino por conveniencia propia e interés nacional.
Conveniencia propia porque encuentran un sector heterogéneo en visiones, métodos, recursos, propuestas, etc. pero organizado, y se ha percibido el valor social de su contribución, por lo que cada día es un interlocutor que debe ser tomado en cuenta.
Asunto de interés nacional porque encausan la participación ciudadana y brindan servicios adicionales a los que ofrece el sector público, y en muchas ocasiones, con mayor eficiencia y eficacia que programas públicos (como la alianza entre la Fundación Harp Helú, Bruno Newman y su asociación IBBY de México que se ha reseñado líneas arriba). Poco a poco se percibe con mayor claridad que el sector no lucrativo constituye una economía, quizá hoy marginal, pero que ofrece gran potencial como empleador, prestador de servicios, constructor de oportunidades y atención a grupos excluidos.
Justo es reconocer que los gobiernos panistas hicieron importantes contribuciones, por ejemplo: Asignar recursos públicos a las actividades que realizan cierto tipo de organizaciones no lucrativas; se avanzó en evitar la asignación discrecional y en cambio se sentaron bases a través de convocatorias, por ejemplo; también destacados activistas fueron incorporados a funciones públicas en favor del desarrollo de la sociedad civil.
En el actual sexenio que se acaba se apostó a apoyar la profesionalización de las instituciones sin fines de lucro. Vamos bien, pero necesitamos catalizadores para aprovechar el potencial de la sociedad civil. Eso se espera de Enrique Peña Nieto.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.
Qué alegría saber que la Casona de Mixcoac es ahora una biblioteca accesible para todos! Buenos augurios con tus comentarios sobre la visión del presidente entrante; será importante ver cómo se van cristalizando todas esas ofertas que nos hace, porque la sociedad civil organizada, va por todo!!!