Mediante el estudio de fuentes de energía, podrán desarrollarse mini-laboratorios capaces de realizar análisis y diagnóstico en el área de la medicina, el medio ambiente o la seguridad. Estos aparatos podrán detectar algunos cánceres en etapas tempranas o dar seguimiento a una enfermedad; permitirán analizar la contaminación del agua, los niveles de sustancias en diferentes medios o la presencia de microorganismos. Asímismo, tendrán la posibilidad de detectar sustancias tóxicas o abuso de drogas.
Los dispositivos de diagnóstico portátiles (“Lab on a chip”, es su nombre en inglés) son sistemas de medición. En el mercado ya existen tecnologías similares, como el glucómetro para el control de los diabéticos o las pruebas de embarazo, pero una de las razones principales por la cual no hay una mayor variedad de productos es porque estos dispositivos no cuentan con autonomía energética.
Es por ello que el mexicano Juan Pablo Esquivel Bojorquez, del Instituto de Microelectrónica de Barcelona, imb-cnm (csic), busca desarrollar nuevos dispositivos de diagnóstico a partir de sus trabajos de investigación relacionados con fuentes miniaturizadas de energía.
Sus estudios están enfocados a las micro celdas de combustible alimentadas con metanol, éstas convierten la energía química del combustible en energía eléctrica. El doctor Esquivel se dio a la tarea de entenderlas, optimizarlas, cambiar nanomateriales, diseños y arquitecturas; pero su principal aportación fue miniaturizarlas e incluirlas en una plataforma microfluídica para proporcionar tanto energía eléctrica como hidráulica a partir de la misma reacción química.
Uno de los objetivos de este trabajo de investigación es lograr que los dispositivos de diagnóstico portátiles lleguen a lugares apartados donde no se puede contar con servicios de laboratorio; además tendrán la ventaja de ser económicos y no necesitar personal altamente calificado para su manejo.
Este trabajo busca proporcionar una plataforma universal que permita que muchas de las tecnologías de detección desarrolladas en el mundo puedan salir de los laboratorios y llegar a la sociedad.
Actualmente, Esquivel Bojorquez está buscando crear una empresa en sociedad con su ex directora de tesis doctoral, bajo la nueva dinámica de negocio. “Mi reto es crear una empresa que lleve los resultados de la investigación a la fabricación de productos”.
El joven investigador realizó sus estudios de maestría y doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona, gracias a una beca otorgada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Conacyt. “La beca fue muy gratificante porque me proporcionó otra visión del quehacer científico, y ahora que vivo en España, busco incluir a jóvenes mexicanos en mis proyectos como una retribución al apoyo que me brindaron”, aseguró.
Fuente: Crónica
