La demanda de que los efectos de la crisis económica se ceben mayoritariamente en las mujeres centró la marcha del 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, en Barcelona, que se celebró en las inmediaciones de la plaza de la Universitat.
Entre las pancartas que se exhibieron durante la marcha, destacaban las referidas a la crisis económica, como «Crisis total. Sistema patriarcal» o «¿Crisis? Las mujeres dicen basta. Movilízate». «La tasa de paro se está igualando» entre hombres y mujeres, pero no ocurre así con otros baremos, como las condiciones laborales, que siguen siendo distintas entre hombres y mujeres, o la mayor tasa de temporalidad entre las trabajadoras, lamentó Sandra Ezquerra, representante de la entidad Comisión 8 de marzo.
El diputado en el Congreso y secretario general de ERC, Joan Ridao, reivindicó «la promoción de una mayor responsabilidad» de los hombre en el ámbito privado. Para lograrlo, pidió más implicación de las instituciones para que fomenten medidas para la conciliación de la vida laboral y familiar entre los hombres.
En declaraciones a los periodistas, Ridao lamentó que el desempleo femenino suba a un ritmo más rápido que el masculino, algo que atribuyó a que «los empresarios priorizan los despidos femeninos por encima de los masculinos». «Volvemos a un sistema antiguo en que se piensa que es el hombre el que tiene que sustentar la familia», consideró.
El candidato de ICV a las elecciones europeas y eurodiputado, Raúl Romeva, también pidió a las instituciones «mecanismos para que los hombres asuman más competencias en el ámbito. «Si sólo incentivamos la entrada de la mujer en el mercado laboral, las obligamos a una doble jornada laboral», lamentó Romeva, quien también expresó su preocupación por la «mayor incidencia de la crisis entre las mujeres», añadió.
País: España