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Fundaciones empresariales y el trabajo a favor de los animales

para Camila

Por Emilio Guerra Díaz

Los sucesos registrados en el Cerro de la Estrella de la Ciudad de México respecto al fallecimiento de personas por ataques de canes en diciembre generó una serie de comentarios sobre el papel de las OSC, los dueños, amantes de animales y la responsabilidad del gobierno que aún sigue teniendo relevancia.

Durante la trasmisión del programa radiofónico del miércoles 9 de enero, “Artículo Sexto” que dirige Leo Zuckermann en Radio Fórmula junto con Carlos Elizondo y Javier Aparicio, abordaron el tema. Los comentarios se basaron fundamentalmente en la credibilidad de la noticia. Cuestionaron si era posible el caso de la jauría que atacó personas. Recordaron las conclusiones a las que llegó el servicio forense y la llamada telefónica que realizó una mujer que estaba amenazada por los canes.

Conforme se dieron las disertaciones para llegar a cuestionar cual es la responsabilidad de la autoridad, en este caso, la delegacional de Iztapalapa y la del Gobierno del Distrito Federal en el manejo de perros, se cuestionó el papel que realizan algunas ONG’s como fueron citadas, protectoras de animales o que trabajan por sus derechos.

Hasta cierto punto los 3 analistas coincidieron en expresar su indignación respecto a que la ciudadanía estaba “más preocupada y molesta” por la defensa que algunas ONG’s hacían de los perros y en cambio que no expresaban su enfado respecto a las víctimas humanas, como si se tuviera que excluir el derecho de los animales.

Por fin llegaron a la conclusión de que es una responsabilidad del gobierno a la que no están a la altura y ni siquiera tienen claridad sobre qué hacer.

La información más reciente del caso de los perros de Iztapalapa ha sido que de los canes “asegurados” no se ha comprobado que al menos 37 no estuvieron involucrados en el fallecimiento de esas personas. Se tienen, según los datos más recientes, 54 canes tanto adultos como cachorros. Algunos activistas pro derechos de los animales se manifestaron en la semana con ocurrentes gritos como “Perros políticos, Libertad” y otra serie de ingeniosas protestas, como dar vida al movimiento #yosoycan26.

La autoridad hizo una declaración que ha dado un giro interesante respecto a los motivos del fallecimiento de personas por ataques de canes y propuso una nueva tesis: es probable que aquellas fallecieron si por ataques de perros, pero quizá pudieran ser de perros adiestrados para peleas clandestinas, lo que todavía hace más cruda la realidad en Iztapalapa donde parece no existir autoridad pues permite que sus habitantes se armen y ahora establece programa de intercambio de pistolas por dinero y otros bienes.

Esta ventana de posibilidad no aleja el objetivo central que se debiese aprender de esta lamentable lección. En efecto, el fallecimiento de esas personas genera tristeza, horror e indignación, pero también es importante no descuidar el derecho de los animales, si se quiere en un grado mucho menor, pero estos acontecimientos ponen en tela de juicio el papel que debe jugar la autoridad. Por oficio debiese estar al tanto de tráfico de especies en peligro de extinción, peleas de gallos y de perros, comercialización sin regulación de animales, etc.

Otrora el control de perros callejeros en distintas urbes era asunto “no público”, es decir, la autoridad iba a la caza de canes sin dueño y so pretexto de control antirrábico, eran conjuntados en perreras municipales o delegacionales y sacrificados con procesos llenos de saña y sufrimiento que no se daban a conocer, permanecían en sigilo. Diversos métodos prácticamente de exterminio fueron motivo de reportajes televisivos y periodísticos.

Recuerdo uno de ellos trasmitidos en aquella serie 60 minutos que conducía Juan Ruiz Healy que realmente provocaba vergüenza en el televidente por las atrocidades que el ser humano es capaz de realizar. Las denuncias periodísticas motivaron la organización de ciudadanos que han dado vida a sociedades protectoras de animales y pese al avance de métodos y técnicas de manejo y control de poblaciones caninas callejeras, como precisamente relató Carlos Elizondo Mayer en el programa de Zuckermann. En la ciudad de México la autoridad aún no ha establecido procesos digamos “humanitarios” para abordar esa responsabilidad y hay que señalarlo, ha sido omiso para emprender acciones de control canino.

Justo Carlos Elizondo relató las ordenanzas de la capital madrileña que establece múltiples responsabilidades en el manejo de mascotas: Primero es necesario que el dueño registre al can, se haga responsable de su adiestramiento para el manejo de heces en espacios públicos, como calles, parques y áreas verdes; disponga para su mascota de una placa de identidad con el nombre del dueño y datos de localización. Asimismo se establecen prácticas para esterilización y entrenamiento.

Pero también establece procedimientos para la autoridad. Si los canes se encuentran extraviados o deambulando por las calles la autoridad debe atraparlos. Entonces establece comunicación con el dueño al que se le impone una multa económica y cuenta con 19 días hábiles para recuperar a su mascota. También deberá pagar el costo de su manutención y prácticas sanitarias por el tiempo en el que se encuentren en el alberge canino. De no hacerlo el perro corre el riesgo de ser sacrificado pero antes de ese fatal desenlace, organizaciones protectoras de animales pueden trabajar para que los canes sean adoptados y colocados en un nuevo hogar.

En caso de llegar al sacrificio, esa medida también está regulada por “métodos aceptados por la ley en la materia” que suponen un manejo “humanitario” y pueden ser supervisados por la ciudadanía. Todo este procedimiento se hace porque en efecto el manejo de mascotas y el papel que juega la autoridad se volvió desde hace varios lustros en un asunto público.

No obstante a que en el Distrito Federal recién la Asamblea Legislativa aprobó multas para personas que maltraten animales, en México muchas responsabilidades que corresponden a la autoridad, como en este caso cuidar que no se generen jaurías, no están reguladas y no ha existido una legislación a nivel federal que sea un hábito continuo.

No todas las personas en una comunidad están a favor de los derechos de los animales, y no tendría porqué ser así, sin embargo la reflexión aquí propuesta gira en torno al tema central: El maltrato.

Quien permite el maltrato al ser humano, con conductas indignantes y degradantes puede aceptar también como algo “normal” el maltrato animal y podría serle indiferente la destrucción de nuestro entorno y la actitud de rapiña del ser humano en su relación con la naturaleza para lucrar: Caza inmoderada de ballenas, crías de focas muertas a palazos, peleas de gallos y perros, o la estéril e inútil matanza de un elefante (por el Rey Juan Carlos de Borbón en África para que aparezca junto al nieto en fotografías como un “valiente cazador”) .

La filantropía trabaja por el Hombre y por su entorno, por ello se requieren de OSC que defiendan los derechos humanos y otras que velen por el cuidado a la naturaleza. Bienvenidas organizaciones como Human Rights Watch, Amnistía Internacional y Médicos sin Fronteras pero también Greenpeace, World Wild Fund y The Nature Conservancy.

A aquellos rampantes críticos de las ONG’s que solamente ven un lado político y señalan que sólo son ciudadanos queriendo arrebatar el poder al estado, como lo expresó Rafael Cardona (El Mañanero 12 de enero) o que se mofan de los derechos animales como el Dr. De la Rosa quien con cierta ironía propuso crear “Comisión Nacional de los Derechos de los Canes” y secundado por Brozo para que se cree un “Ombudscan” (El Mañanero, enero 14).

De acuerdo al Directorio de Instituciones Filantrópicas del Centro Mexicano para la Filantropía, en nuestro país existen 708 organizaciones que trabajan por el medio ambiente y protección animal. Las hay de muy variadas causas y objetivos: Conservacionistas, de educación ambiental, aprovechamiento sostenible, cuidado del agua, etc. pero hacen falta muchas más.

Son tan necesarias como indispensables las OSC que están trabajando por los animales en tareas como recuperación del águila real (nuestro símbolo patrio), del borrego cimarrón, manatís, la vaquita marina y otros cientos o miles de especies en peligro de extinción porque en su disponibilidad ecológica está fundamentada la perdurabilidad también del género humano.

En caso del cuidado de canes, destaca la Fundación Purina que ha apoyado a diversas prácticas respecto al servicio que canes brindan a la sociedad como perros de rescate y salvamento, perros guía, canes entrenados para detectar drogas, etc. y existen un sinnúmero de empresas que trabajando en temas de fauna y flora pudiesen alentar la creación de sus fundaciones.

El domingo ciudadanos protestaron en el zócalo capitalino y pidieron la liberación de los perros “asegurados”, pero más bien, autoridades, ciudadanos y OSC tienen la oportunidad para trabajar en conjunto y resolver de manera práctica este problema, pues no se trata de echar nuevamente a los perros al Cerro de la Estrella, sino establecer un verdadero control basado en la adopción. A largo plazo, es necesario trabajar por políticas públicas y velar porque la autoridad asuma sus responsabilidades en forma proactiva con procedimientos profesionales apegados a un marco de derecho.

Desde el Consejo Directivo

A propósito del artículo publicado bajo el título “Fundaciones Empresariales podrían potenciar el voluntariado” publicado el 3 de diciembre en este espacio, el Consejo Directivo expresó que además del esfuerzo que está realizando la Fundación Grupo Modelo en alianza con Impulsa, la Fundación del Empresariado Chihuahuense también se destaca por apoyar la iniciativa de Ezer La Casa del Voluntariado.

Fechac tiempo atrás fue pieza clave para la apertura del capítulo Chihuahua de la iniciativa de Cristina González Parás que ha tenido gran éxito en Nuevo León. Correspondió a Ezer Camargo, nuevo capítulo, quien a lo largo de 2012 realizó distintas actividades como círculos de lectura, cursos de verano, talleres tanto de capacitación como de recreación, arte y cultura beneficiando a 180 familias de la comunidad. Todo ello con la participación organizada de la ciudadanía a través del voluntariado.

El Consejo Directivo expresó su recomendación para que las fundaciones empresariales y programas de Responsabilidad Social Empresarial instituyan sus propias iniciativas para producir en México una cultura de participación ciudadana. Los consejeros recordaron que Expok cuenta con servicios para apoyar la creación de programas de voluntariado corporativo.


Emilio Guerra Díaz

Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.

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