El impasible rostro de Lance Armstrong y su voz firme serán, sin duda, una imagen que muy pocos podrán olvidar. Y es que mientras el exciclista confesaba ante Oprah Winfrey su culpa por dopaje, el ciclismo en el mundo dejaba de confiar completamente en él y parecía volver a confiar en el deporte otra vez.
Sin embargo, para algunos especialistas, el escándalo generado por el caso de Lance Armstrong parece no haberle dado una mejor imagen al ciclismo que, durante muchos años, se ha visto empañado por casos de dopaje.
“La confesión de Armstrong fue un golpe fuerte para este deporte, que tiene millones de seguidores en todo el mundo que lo ven con sentimiento noble y confiado. Estoy seguro de que tras las declaraciones y detalles de Lance, ya no bastará con seguir escuchando al ente deportivo rector de la disciplina decir, como en antaño, que ‘el dopaje de algunos de sus protagonistas era un gran problema’”, asegura a El Economista Gerardo Molina, especialista en marketing deportivo y CEO de Euromericas Sport Marketing.
De acuerdo con Molina, “el escándalo Armstrong no sólo afectará al Tour de France, sino a todos los deportes en general, esto nos deja abierto el interrogante sobre el funcionamiento de las estructuras deportivas y sus medidas de control”.
Prueba de ello han sido los constantes casos que se han dado por dopaje: en 1988, el velocista canadiense Ben Johnson; en 1992, la atleta alemana Katrin Krabbe; en 1994, el futbolista argentino Diego Maradona; en 1998, el escándalo del Tour de Francia que termina con redadas policiales y el descubrimiento de una vasta red de dopaje en el ciclismo.
Posteriormente, en 1999, el atleta alemán Dieter Baumann; en el 2005, el tenista argentino Mariano Puerta y sus compatriotas Juan Ignacio Chela y Guillermo Cañas; en el 2006, nuevamente en el Tour de Francia salta el escándalo por dopaje siendo suspendidos nueve corredores, entre ellos el alemán Jan Ullrich y el italiano Ivan Basso; en el 2007 la triple campeona olímpica estadounidense, la velocista Marion Jones; en el 2009, la alemana quíntuple campeona olímpica de patinaje Claudia Pechstein; en el 2010, nuevamente un ciclista, el español Alberto Contador; en el 2012, otro ciclista, el alemán Jan Ullrich, sólo por mencionar algunos de los más connotados casos.
“El fenómeno del dopaje en el deporte profesional que viene acrecentándose en las últimas décadas es un síntoma de descomposición social inocultable”, asegura Marcelo Colussi, escritor y politólogo argentino en la página web rebelion.org.
En tanto, Molina asegura que, en adelante, deberá revisarse el funcionamiento de las estructuras deportivas y sus medidas de control, “porque ha quedado dañada en especial toda la comunidad ciclística. Lance no era sólo un deportista estrella en un círculo íntimo, era su emblema”, concluye.
No obstante, la esperanza de la visión de las instituciones es optimista luego de las confesiones de Armstrong: “Su decisión de enfrentarse a su pasado es un paso importante en el largo camino para recuperar la confianza en el deporte”, destacó enfático el presidente de la Unión Ciclista Internacional, el irlandés Pat McQuaid.
Dopaje
INICIA EL JUICIO DE LA OPERACIÓN PUERTO
El juicio contra una red de dopaje sanguíneo en el ciclismo comenzó en Madrid, con el aplazamiento al martes de la declaración del doctor Eufemiano Fuentes, el presunto cerebro de la trama que no se plantea revelar los nombres de los deportistas con quien trató.
La jueza Julia Patricia Santamaría decidió posponer la declaración de Fuentes después de que las cuestiones previas procesales, con las que comenzó el juicio, duraran más de lo previsto.
En las mismas las distintas partes y la magistrada hablaron “del objeto del juicio y de las peticiones de dos partes acusadoras”, dijo el abogado de Fuentes, Julián Pérez-Templado.
Una de ellas pidió tener acceso a las muestras de sangre incautadas durante la operación conocida como Puerto y otra parte acusadora solicitó poder acceder al “ordenador del señor Fuentes”, en las islas Canarias, según el letrado.
El abogado aseguró que Fuentes defenderá que con su actividad “no se produjo ningún perjuicio para la salud pública de nadie” y que no se plantea identificar a sus clientes.
Fuentes, que llegó al juzgado de lo penal de Madrid en medio de una nube de fotógrafos, será así el primero de los cinco acusados en declarar el martes.
Tras él, lo harán su hermana Yolanda, exresponsable médica del equipo ciclista Comunidad Valenciana, y los exdirectores deportivos Manuel Saiz (Liberty), Vicente Belda (Kelme) y José Ignacio Labarta (Comunidad Valenciana).
Según el fiscal, Saiz, Labarta y Yolanda Fuentes contrataban los servicios de Fuentes y del médico José Luis Merino Batres (que no es juzgado por padecer Alzheimer -nota de la Redacción-) “a cambio de una remuneración económica” para que llevaran a cabo autotransfusiones sanguíneas.
Todos ellos se enfrentan a una pena de dos años de prisión y otros tantos de inhabilitación acusados de un “delito contra la salud pública” y no de dopaje, ya que este último no era entonces delito en España.
Fuente: El Economista