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Opiniones sobre la nueva política de aportaciones del Pacto Mundial

En días pasados, Georg Kell, Director Ejecutivo del Pacto Mundial de las Naciones Unidas emitió una carta a cada empresa adherida con el fin de que siga siendo un participante activo. En ella explica que cada compañía deberá hacer una aportación anual para apoyar la amplia cartera de trabajos del Pacto Mundial de las Naciones Unidas a nivel global y local, misma aportación que será administrada por la Fundación del Pacto Mundial de las Naciones Unidas.

Las empresas que realicen esta aportación tendrán acceso y serán elegibles para participar en toda la gama de actividades del Pacto Mundial, incluyendo eventos, programas, iniciativas, plataformas y grupos de trabajo; además de contar con acceso exclusivo a solicitar el uso del logo del Pacto Mundial.

La naturaleza voluntaria del Pacto Mundial no ha cambiado, y ninguna empresa será expulsada si no contribuye financieramente. Sin embargo, no será identificada como participante-aportante en la iniciativa y será considerada únicamente como signataria de los principios del Pacto Mundial.

Se puede conocer todos los detalles de la nueva Política en nuestro portal.

En este sentido, preguntamos a más de 15 líderes de opinión de la Responsabilidad Corporativa lo siguiente:

¿Qué opinión tiene de la Nueva Política de Aportaciones Anuales a Empresas del Pacto Mundial, que básicamente consiste en solicitar un pago a sus adheridos?

Presentamos las respuestas de los seis que respondieron:

«El Pacto Mundial lanza esta nueva política, exclusiva para empresas, porque la oportunidad de generar un impacto positivo a través de sus programas, proyectos y recursos nunca había sido tan grande. Para aportar el valor y apoyo a los más de 10,000 participantes en 150 países, la iniciativa requiere de niveles significativamente más altos de financiación. Además, es necesario aumentar los fondos para fomentar la capacidad de las Redes Locales del Pacto Mundial en cada país donde operan. Las cuotas se han definido con base en los ingresos anuales de las empresas y las PyMES podrán aportar cualquier cantidad.

Es importante recalcar que los fundamentos del Pacto Mundial de las Naciones Unidas siguen siendo los mismos – la naturaleza voluntaria de la iniciativa basada en los 10 principios no ha cambiado, y ninguna empresa será expulsada si no contribuye financieramente».

Rodolfo Sagahón Velasco
Coordinador del Pacto Mundial México

CEMEXCEMEX, como miembro activo del Pacto Mundial de las Naciones Unidas desde sus inicios en México, se compromete con la aportación anual y ratifica su compromiso con el logro de los 10 principios de la iniciativa en los ámbitos de los derechos humanos, medio ambiente, lucha contra la corrupción, y estándares laborales. El Pacto Mundial es un instrumento clave para el diálogo y la colaboración entre los países a favor del desarrollo sustentable.

CEMEX México

«Como se sabe, las Naciones Unidas es una organización a escala mundial que desde hace años tiene severos problemas financieros, y por lo tanto, cualquier proyecto que administre requiere de recursos monetarios para su operación, y en este contexto se encuentra inmerso el Pacto Mundial.

Por otro lado, aunque la Responsabilidad Social se ha considerado hasta ahora como una acción voluntaria por parte de las empresas, es claro que para su promoción instituciones como el Pacto Mundial requieren de dinero para solventar sus actividades. Finalmente es importante considerar que dicho Pacto Mundial opera como una fundación, y como tal necesita de recursos para subsistir y operar».

Antonio Tamayo Neyra
Periodista y Consultor

«Considero que esta decisión es discriminatoria y excluyente… o se cobra a todos por ser signatorio (por supuesto contra un prestación o beneficio) o no se le cobra a nadie.

Pareciera como esas paginas de internet, miembros premium: los que pueden enviar y recibir mensajes, y no premium solo pueden recibir…»

Perla Puterman Szomstein.
Experto Principal EMAC de la Asistencia Tecnica Internacional

«Reconociendo sin condenar o condonar la intención de la política de donación del Pacto Mundial y las Naciones Unidas; me parece que es un sesgo totalmente económico que diferencia unas organizaciones de otras, no niego que quienes aporten a ciertas causas puedan tener un reconocimiento, sin embargo, este nunca debería de poder ser interpretado como demeritando a otras empresas que no donan pero hacen su parte.

No entiendo, por ejemplo ¿En qué principio del Pacto Mundial se basa la donación? Me parece que hay arenas para todo y para todos, en este caso, considero que se pueden utilizar otros vehículos, pero sin confundir “la magnesia con la gimnasia” a mi parecer (y tal vez sea un purista de la normalización, lo confieso), hubiera sido más apropiado el que se convocará a las organizaciones participantes en el Pacto Mundial a participar de una iniciativa de donación, la cual sería publicada y dada a conocer de manera independiente del Pacto Global, la mezcla independientemente de la intención y de los candados, puede ser mal interpretada y en este caso me parece que no se debe violar el refrán de “no hagas cosas buenas que parezcan malas”.

Leonardo J. Cárdenas
Director TUV SUD México, Centro América y el Caribe

«El aspecto toral sobre las aportaciones voluntarias al Pacto Mundial no es, en realidad, si la autonomía del acuerdo y sus redes se compromete ante la asunción de que las donaciones de las empresas presupongan inmunidad ante señalamientos y críticas por no apegarse a los diez principios plasmados en lo que es la iniciativa de Responsabilidad Social Empresarial más grande y relevante del mundo (10,000 organizaciones participantes en 130 países).

No sólo las aportaciones propuestas por el Pacto Mundial son reducidas, sino que en términos prácticos, una empresa que viola los principios del Pacto Mundial no se va a sentir más protegida si paga. Para que eso sucediera, el Pacto Mundial debería de tener dientes, es decir, capacidad de certificación, y no ser el órgano no regulatorio que actualmente es.

Ahora bien, el cobro de aportaciones sí abona a un debate conceptual de mayor relevancia: ¿qué funciones sociales le corresponden a los estados, y cuáles otras a las empresas? El Pacto Mundial es un organismo que depende de las Naciones Unidas, que a la vez se financia vía las aportaciones de los diversos países que la conforman. La responsabilidad de los protocolos de comportamiento internacional recaen en los Estados, los cuales, idealmente, están conformados por gobiernos electos democráticamente cuya misión es velar por el bienestar y seguridad de todos sus ciudadanos.

Creer que las empresas pueden sustituir las funciones y obligaciones de los Estados –como lo serían, por ejemplo, sus aportaciones a las Naciones Unidas y por ende al Pacto Mundial-no sólo resulta risible, sino que implica pervertir de manera peligrosa los principios de Responsabilidad Social que el mismo Pacto proclama defender».

Mauricio González Lara
Periodista; autor del 1er libro de RSE en México

«Esfuerzos creíbles internacionales para soportar más y mejor la RSE son caros de mantener y sostener. La reciente decisión de Global Compact para solicitar aportaciones de compañías participantes es sintomática de esto, lo sé porque yo fundé y manejé la asociación de inversores sociales en Canadá. Las Organización de las Naciones Unidas simplemente no puede pagar la factura y dados los beneficios acumulados de dichas empresas (credibilidad, oportunidades de redes y conocimiento, y creación de estándares aspiracionales) es tiempo de que comiencen a dar. Pero el subsidio corporativo tiene sus riesgos.

¿Tendrán las grandes compañías un acceso diferenciado a los beneficios, particularmente a mejoras en credibilidad y reputación (el GRI, por ejemplo, les permite a las compañías soportar eventos, investigación y publicaciones, pero a un costo que pocas de las compañías pequeñas más sustentables pueden pagar)? ¿Llevará esto a una influencia asimétrica para varias de las compañías que causan daño a nuestro ecosistema y comunidades (estudios recientes encontraron, por ejemplo, que las compañías del sector alimenticio del S&P500 tienen costos ambientales de 68 mil millones de dólares de los cuales sólo el 42% es reportado y mucho menos es pagado)? ¿Hay alguna causa por la cual preocuparse por la habilidad del Global Compact (o del GRI para tal caso) de mantenerse objetivo? ¿Dados sus estándares de transparencia, credibilidad establecida y orígenes de la ONU probablemente no (pero considere, en contraste la Social Accountability International, subsidiada financieramente por corporaciones, que “acreditó” a una fábrica de muerte en Bangladesh semanas antes de que un incendio acabara con la vida de 260 personas)?.

El manejo de la percepción pública de las compañías paradas al rayo del sol del Global Compact, bueno, esa es otra historia. Al final, sin embargo, la red de compañías de Global Compact es lo que nosotros queramos hacer de ella, especialmente en México y América Latina, donde un número creciente de compañías están involucrándose en esta importante iniciativa».

Marc de Sousa- Shields
Managing Partner ES Global Consulting

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