«La desnutrición y la anemia siguen siendo altas», explica a ABC Pablo Mateu, representante en Argelia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que, junto al Programa Mundial de Alimentos (PAM), organiza desde ayer hasta manaña una visita a los campamentos de refugiados saharauis en el oeste de Argelia, donde viven unas 150.000 personas.
La misión está integrada por una veintena de países y agencias internacionales. Entre ellos se encuentran donantes históricos como España y también, como novedad, los que Mateu denomina «donantes no tradicionales» como Suráfrica, Venezuela o Nigeria, que sí reconocen la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), o Brasil e Indonesia, que no la reconocen pero sí muestran preocupación por los refugiados.
La alimentación sigue siendo el principal caballo de batalla. Las raciones básicas del PAM y los productos frescos que añaden países como España para ampliar la dieta no son suficientes. El acceso al agua potable, dificultado por lo inhóspito del desierto, y la educación, pues no hay escuelas de secundaria, son otros de los sectores que pretenden atraer nuevos donantes.
Entre ellos destacan Suráfrica, que lidera junto a Argelia la nómina de países africanos que defienden la postura del Frente Polisario, y Venezuela, cuya embajada marroquí fue cerrada en enero precisamente por el conflicto del Sahara. Naciones Unidas está en conversaciones con el Gobierno de Hugo Chávez para desarrollar un programa similar al existente con Cuba para que los jóvenes saharauis puedan viajar allí a estudiar.
Durante la misión que comenzó ayer, algunos de los países se interesaron por la distribución de la ayuda que llega a los saharauis. Sus preguntas no aludían directamente a las acusaciones de malversación que alguna vez se han vertido sobre el Polisario, pero sí dejaban entrever cierta preocupación, según explicó Pablo Mateu.
Respuesta a Moratinos
Por otro lado, la comparecencia el martes del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en el Congreso, donde dejó entrever que se ha pasado la hora de referéndum de autodeterminación, tuvo ayer respuesta. Que Marruecos «se niegue» a celebrarlo «no significa de ningún modo su anulación», dijo el ministro de Exteriores del Polisario, Mohamed Uld Salek, en un comunicado.
País: España
