A pesar de la regulación existente, la industria tabacalera no quita el dedo del renglón para generar adicción al tabaco entre niños y jóvenes, acusan especialistas en salud pública y neumólogos.
Investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) aseguran que puntos de venta donde se expenden cigarros sueltos están más cercanos a las escuelas, al igual que la publicidad.
«La industria ahora tiene otras tácticas, va directamente a los establecimientos que están alrededor de las escuelas, ya no coloca carteles publicitarios (en el exterior de las tiendas) como antes, pero les da (a los tenderos) los dispensadores y éstos sirven como medio publicitario», explicó Rosibel Rodríguez Bolaños, investigadora del Departamento de Investigación sobre Tabaco del INSP.
Dicho departamento realizó un análisis comparativo entre los años 2008 y 2011 en cuatro ciudades del País: Culiacán, Sinaloa; Toluca, Estado de México; Tepic, Nayarit; y el Distrito Federal y los hallazgos indicaron, entre otros puntos, que en todas las ciudades disminuyó el número de letreros que prohiben la venta de tabaco a menores de edad.
Del total de los letreros instalados con esa leyenda, el 22 por ciento fue proporcionado por la industria tabacalera (IT) mostrando el logo de alguna compañía perteneciente a ella.
Además, aunque la publicidad explícita en el interior de los establecimientos disminuyó, aumentó la proporción de estantes con publicidad del tabaco (donde se colocan las cajetillas) cerca de las cajas registradoras.
También se encontró que al mismo tiempo que disminuyó la proporción de cajetillas con 20 unidades, aumentó la de cajetillas con 14 unidades.
En 2008, el 85 por ciento de cajetillas contenía 20 cigarros y en 2011 esta presentación cayó a 76 por ciento, mientras que las cajetillas con 14 cigarros representaba el 1 por ciento en 2008 y en 2011 alcanzó el 14 por ciento.
«Son nuevas estrategias (de la industria) para seguir manteniendo el tema en los jóvenes y que sea accesible para ellos», consideró Rodríguez Bolaños.
La práctica de venta de cigarros sueltos fue común en las cuatro ciudades estudiadas, pero el caso del Distrito Federal se halló alarmante.
«Esta actividad ilícita aumentó significativamente entre 2008 y 2011 tanto en los establecimientos como en los puestos de calle, pasando de 4 a 28 por ciento y de 42 a 91 por ciento respectivamente», se lee en el artículo Vigilancia y monitoreo de las estrategias para el control del tabaco: un análisis a través del Sistema de Información Geográfica, donde se integran los resultados del estudio de los especialistas del INSP.
El oncólogo Juan Zinser Sierra, especialista del Instituto Nacional de Cancerología, explicó que «10 por ciento de niños y adolescentes se hacen adictos con el primer cigarro que fuman en su vida, y uno no sabe en qué grupo está».
Por eso no se debe considerar que fumar tabaco es algo con lo que se puede experimentar.
«Hay un porcentaje de gente con la que al primer cigarro se encienden los receptores de nicotina que tiene en el cerebro, que obviamente son receptores de placer, y el que fuma y experimenta un placer no lo quiere dejar y puede no dejarlo nunca», dijo.
Por su parte, Rafael Camacho, director del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA) en la Ciudad de México, señaló que el paso de la secundaria a la preparatoria es «crítico» en relación al consumo de tabaco, pues de 17 por ciento de fumadores de secundaria, la cifra pasa a 27 por ciento en preparatoria.
Detectan contrabando ‘hormiga’ de cigarros
Una nueva tendencia de comercio ilegal de cigarrillos que ha sido detectada por inspectores de la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) es el contrabando ‘hormiga’ a través de la frontera sur.
Álvaro Israel Pérez Vega, comisionado de Operación Sanitaria de la dependencia, indicó que a raíz de los operativos conjuntos con la dirección general de Aduanas y los inspectores de Cofepris, ha bajado la entrada de cargamentos, pero siguen buscando introducir al comercio informal.
«Tratan de ingresarlos por frontera sur, no por cargamentos, sino mediante prácticas de ingreso en camionetas y vehículos particulares. Buscan diferentes formas, hasta en mochilas y si no tiene revisión aduanera, introducen los cigarros», detalló.
Se han detenido a tráileres con cigarros ilegales, si libran el semáforo de la aduana distribuyen el producto en lugares estratégicos.
Explicó que en la frontera con Belice hay una zona libre comercio de 10 kilómetros, eso dificulta que exista un control de la frontera, pues el producto puede estar allá sin ninguna restricción y burlar la frontera por la revisión aleatoria.
En lo que va de 2013, se han asegurado 558 mil 515 cigarros ilegales que no cuentan con las leyendas sanitarias que se deben establecer en empaquetados.
Los cigarros incautados provienen principalmente del extranjero por contrabando o subvaluación, de países de Asia como Vietnam, Arabia Saudita, Tailandia o de Sudamérica como Paraguay.
Hace un par de semanas se realizó en Chihuahua un operativo donde se incautaron 480 mil cigarros.
El año pasado se aseguraron 116 millones en 2012, se aseguraron con el SAT porque en aduanas se advertía que se introducían cargamentos que no cumplían, es el primer punto de ingreso y al detenerse se asegura el producto y no puede distribuirse.
«Ahora está más atomizado, a diferencia del pasado donde en un solo intento de meter cigarros con millones, ahora está entrando de manera separada y es más difícil de poder asegurarlos. El incremento no es diferente al año pasado de contrabando, pero ahora se pulveriza la entrada», destacó.
En 2010 se aseguraron 40 mil cigarros; en 2011 fueron 32 millones, en 2012 y en 2013 van 560 mil cigarros.
Fuente: Reforma
