Luis Jiménez Herrero, ex director del Observatorio de la Sostenibilidad de España, advierte de que no impedir el cambio climático sería «un acto de responsabilidad criminal porque amenaza la vida de miles de personas».
Para Luis Jiménez Herrero, ex director del Observatorio de la Sostenibilidad de España, los desequilibrios económicos y las desigualdades sociales que están provocando los hombres a escala planetaria solo tienen una solución: «gestionar de forma sostenible un planeta en permanente cambio y evolución, en un mundo lleno de diferentes niveles de desarrollo y un consumo creciente de materia y energía”. Así, entiende que el “el desarrollo sostenible o es global o no es sostenible».
Jiménez ha abierto el IV Congreso Europeo sobre Eficiencia Energética y Sostenibilidad en Arquitectura y Urbanismo, que se celebra en el marco de los cursos de verano de la Universidad del País Vasco (UPV). La ponencia que ha presentado ‘Los ecosistemas urbanos ante el cambio global. Respuestas en clave de sostenibilidad’, ha puesto en relación los conceptos que comprenden la sostenibilidad con los ecosistemas urbanos.
Según Jiménez, ya se han sobrepasado algunos de los considerados como «límites planetarios seguros», como son el cambio climático o la ruptura del ciclo del nitrógeno. Estas son las principales amenazas para la sostenibilidad ambiental y el desarrollo mundial. «El cambio climático está aquí y es el momento de actuar. No hacerlo sería un acto de responsabilidad criminal porque amenaza la vida de miles de personas y sería un ataque directo para los más pobres», recalca.
Estamos ante un efecto invernadero de origen antropogénico, provocado por la especie humana, que con su actividad está calentando de manera artificial el planeta. En los últimos años se ha experimentado un aumento de la temperatura planetaria en 0’77 grados, ha aumentado el nivel del mar, se está acelerando la tasa natural de desaparición de especies etc. Para paliar todas estas consecuencias, Luis Jiménez afirma que «el gran reto del desarrollo sostenible y del cambio global son primero plantear unas nuevas relaciones internacionales en base a este concepto de sostenibilidad global. Segundo, entender las transiciones de la sostenibilidad local con la sostenibilidad global y reestructurar el sistema económico mundial».
Todos los países han de trabajar en red, ya que la sostenibilidad de unos no puede efectuarse a costa de la de otros, «el desarrollo sostenible o es global, o no es sostenible» y por tanto «hay que llegar a un nuevo eco-orden mundial (nuevo orden ecológico y económico) que sirva para tener otro planteamiento de relaciones económicas, financieras, tecnológicas…».
La sostenibilidad a nivel global, añade, asegura una vida digna para todos ahora y en el futuro y por tanto hay que tener en cuenta que aunque hay un solo planeta, existen «varios mundos» con diferentes niveles de desarrollo. “Consumimos más de lo que somos capaces de reponer por el sistema ecológico mundial. Es necesario otro sistema de redistribución y de equidad a nivel mundial. Mirando el consumo de energía a nivel planetario se observa que los países del norte consumen la mayor parte de la energía, aún hoy existen millones de personas que siguen viviendo de la biomasa”.
Ámbito local
Aunque es preciso actuar a nivel global, Jiménez recuerda la importancia del ámbito local, en el que también es necesario una transición económica, social, institucional, política y, sobre todo, urbana. «Hay que plantear lo económico con lo urbano de forma conjunta ya que están estrechamente relacionados. El proceso sostenible pasa por no sobrepasar los umbrales de sobrecarga de los diferentes ecosistemas para evitar romper los equilibrios entre unos y otros».
España se encuentra ante importantes riesgos de vulnerabilidad y fuertes presiones por pertenecer a un área mediterránea altamente sensible al cambio climático. «Se está produciendo un proceso de mediterranización del clima español. Las temperaturas están subiendo y las precipitaciones disminuyendo. Además se pueden observar fenómenos meteorológicos extremos propios del cambio climático como pueden ser las inundaciones o los incendios. Es cierto que se está produciendo una disminución de las emisiones a la atmósfera, pero debido a la crisis económica presente en el país, que reduce el uso de vehículos privados y el consumo de bienes y servicios diversos».
Además, el territorio español está sufriendo un proceso de «itoralización», la población y la actividad económica se concentra en las costas. El 60% de la población española vive en zonas litorales y se ha alcanzado ya la ocupación pre-litoral, es decir, los 10 km precedentes a las zonas costeras. Esto incide directamente en la biodiversidad española, que se está viendo reducida con numerosas extinciones de diferentes especies por la desaparición de los ecosistemas costeros.
Se ha de efectuar una transformación del sistema urbano, según el ponente «no se trata de seguir construyendo, sino de reconstruir» y de abrir otras posibilidades para progresas hacia una mayor sostenibilidad que integre todos los elementos (inteligencia, conocimiento, valor añadido, desarrollo tecnológico, compromiso etc.) de esta manera se asegurará una vida buena para todos los ciudadanos de todos los territorios.
Fuente: El Diario