En dos años y medio Pirelli nunca había estado en el ojo del huracán como ayer en el circuito de Nurburgring, donde el constructor italiano finalmente aceptó su responsabilidad ante los problemas ocurridos hace una semana en Silverstone.
Durante prácticamente toda la mañana, Paul Hembery, director deportivo de la marca, estuvo respondiendo preguntas de los medios, en especial tras la amenaza de los pilotos de que podrían retirarse del Gran Premio si se presentaba alguna situación de riesgo con las llantas.
De acuerdo con Pirelli, los autos que rotaron llantas, es decir, que pusieron la izquierda a la derecha y viceversa, fueron en los que se presentaron las ponchaduras en Silverstone, algo que debió evitarse indicando a los equipos que no debían realizar dicho cambio.
«Nosotros se los permitimos, por lo tanto es nuestra responsabilidad», indicó Hembery al referirse a la rotación que se hizo de neumáticos.
«La velocidad en Silverstone aumentó considerablemente y cuando vas más rápido se crean distintas cargas. Con las llantas al invertirse se creo un punto más débil y eso fue lo que ocurrió».
Pirelli realizó un trabajo titánico para satisfacer la necesidad de un nuevo compuesto. Su planta en Turquía produjo unos mil neumáticos para llevarlos a Alemania en apenas un par de días.
«Creo que fueron unas mil (llantas), algo así. Teníamos algunas en stock, pero teníamos que producirlas. Ellos (Turquía) trabajaron muy bien así que tenemos que darles el crédito».
Fuente: Cancha