El G20 debe emprender acciones y reformar la legislación fiscal internacional
En vísperas de la próxima cumbre de los líderes del G20 en Rusia, donde se reunirán para diseñar un plan con el objetivo de impulsar el crecimiento económico mundial, la organización internacional Oxfam ha advertido de que la evasión fiscal de las empresas contribuye a anclar la pobreza y debilita las economías de los países en desarrollo.
Se estima que los países en desarrollo pierden cada año 100.000 millones de dólares como consecuencia de la evasión de impuestos por parte de las grandes empresas[i]. Oxfam exhorta al G20 a que durante la próxima cumbre, que se celebrará el 5 y 6 de septiembre en San Petersburgo, llegue a un acuerdo para reformar la legislación fiscal internacional.
En julio, los ministros de Finanzas del G20 aprobaron un ambicioso plan para frenar de forma drástica la evasión de impuestos por parte de empresas multinacionales. Hasta ahora, los países más pobres, que no forman parte del G20 y que se ven especialmente afectados por la evasión fiscal corporativa, no han sido invitados a participar en las negociaciones sobre una nueva legislación fiscal.
El director de país de Oxfam en Rusia, Dmitri Medlev, afirma: «Los países más pobres del mundo no pueden permitirse perder miles de millones de dólares que podrían invertirse en la lucha contra la pobreza y el impulso de sus economías. Ahora, el G20 debe concluir su tarea sin dilación y tratar a los países en desarrollo como socios igualitarios en la lucha contra la evasión de impuestos».
Con cada mil millones de dólares que «escapan» de los países en desarrollo como consecuencia de la evasión fiscal corporativa se podría:
· alimentar a 11 millones de personas en riesgo en la región africana del Sahel, terriblemente castigada por la sequía[ii].
· pagar los salarios anuales de 400.000 parteras en el África subsahariana, región con las tasas de mortalidad materna más elevadas del mundo[iii].
· comprar 200 millones de mosquiteras para combatir la malaria. En África, una niña o niño muere cada minuto debido a esta enfermedad prevenible y curable[iv].
Los líderes del G20 han reconocido que para que la prosperidad sea sostenida, ésta debe ser compartida de forma más equitativa. La desigualdad de ingresos se está incrementando en la mayoría de los países del G20, debilitando el crecimiento económico y minando la cohesión social y la estabilidad política.
Medlev señala: «El G20 necesita estrategias de crecimiento equilibradas e inclusivas y para llegar a ellas debe arreglar el sistema fiscal internacional».
Oxfam hace un llamado al G20 para:
· frenar de forma drástica la evasión de impuestos y la corrupción que daña las economías de los países pobres, a quienes se les debe otorgar una participación real en las negociaciones sobre asuntos fiscales.
· asegurarse de que el crecimiento sea justo e impulse la igualdad, y de que sus beneficios lleguen a las personas que viven en la pobreza. Como un primer paso, los países del G20 deben hacer de la reducción de la desigualdad un indicador para medir el progreso (junto con otros como, por ejemplo, el crecimiento del PIB).
· invertir en servicios sanitarios y educativos públicos de alta calidad. Esto no sólo contribuye a crear redes de seguridad claves para las personas más pobres, sino también a incrementar la productividad y a lograr una sociedad más justa.
Medlev subraya: «El crecimiento económico no será suficiente para evitar que la pobreza aumente en los países del G20 y más allá. Los líderes del G20 deben hacer frente a la desigualdad para generar un crecimiento fuerte, sostenible, equilibrado e inclusivo».
Comunicado de Prensa