Beijing desveló hoy lunes un paquete de medidas para controlar las emisiones de los vehículos motorizados durante los próximos cinco años con el fin de mejorar la calidad del aire de la capital china.
Estas medidas forman parte de un plan de acción formulado por el gobierno municipal, que se ha comprometido a reducir la densidad de las partículas PM 2.5 en al menos un 25 por ciento de cara a 2017.
Según el plan, el gobierno municipal restringirá el número de nuevos coches que pueden circular por las calles de la ciudad cada año a partir de enero de 2014.
Las estadísticas del Buró de Administración de Tráfico de Beijing muestran que la ciudad contaba con 5.35 millones de vehículos motorizados a finales de julio. De acuerdo con el texto, el número de coches no superará los seis millones en 2017.
El gobierno espera poder reducir el consumo de combustible de los vehículos en al menos un cinco por ciento en comparación con los niveles de 2012 al impulsar el desarrollo de los vehículos propulsados con nuevas energías y automóviles diseñados para pequeños desplazamientos, reducir la intensidad del uso de los coches y aplicar estrictamente las regulaciones.
Los burós de administración de tráfico y protección ambiental prepararán reglas de control para los vehículos de pasajeros a finales de 2013. Estas normas, que se centrarán en la aplicación de restricciones según zonas y franjas horarias, se empezarán a implementar en 2014.
Además, los vehículos procedentes de otras ciudades también estarán sujetos a más cortapisas de este tipo a partir de 2014.
El gobierno municipal ha prometido crear al menos 480 kilómetros de carriles de autobús en el centro de la ciudad e introducir un sistema público de alquiler de bicicletas de cara al 2017 para elevar al 60 por ciento la proporción de los desplazamientos realizados en transporte público.
De acuerdo con el plan, la calidad del aire mejorará significativamente en 2017, cuando se espera que la densidad de las partículas PM 2.5 quede controlada en unos 60 microgramos por metro cúbico.
Las partículas PM 2.5 son moléculas suspendidas en el aire con un diámetro inferior a 2.5 micrones que pueden suponer un riesgo para la salud.
En 2012, el número de los residentes a largo plazo en Beijing aumentó hasta los 20.69 millones, 507 mil personas más respecto al año anterior. El consumo de energía registró una subida del 84 por ciento interanual, según las estadísticas oficiales.
Esta presión adicional es equivalente a la suma de una ciudad de tamaño pequeño o medio a Beijing, de acuerdo con la estimación gubernamental.
Aparte del aumento de la población y del consumo de energía, el incremento de los vehículos urbanos ha sido una importante fuente de la contaminación en la capital china.
Un informe emitido por un equipo de investigación de la Academia China de Ciencias mostró que las emisiones de vehículos son una de las principales fuentes de la contaminación del aire en Beijing, al suponer un 22.2 por ciento de las partículas PM 2.5 de la ciudad, y superar a la polución industrial.
Fuente: Reforma