Una persona normal se enfrenta todos los días a dilemas éticos. En el cine, la televisión y la literatura hemos visto a muchos personajes que representan al «hombre o mujer de negocios sin escrúpulos» que todos esperamos evitar en la vida real. En un mundo ideal, sólo tendríamos relaciones profesionales con personas en las que confiamos.
Naomi Simson, fundadora de la consultoría Red Balloon, afirma que su compañía es una donde lo primero son los valores, y por lo tanto nunca traicionaría éstos por una petición de un cliente. En su página de LinkedIn, la empresaria compartió once preguntas que podemos hacernos para saber si tenemos escrúpulos… o no.
1. Eres un atleta y te ofrecen medio millón de dólares para promover un producto que no te gusta y que jamás usarías… ¿aceptas el dinero?
2. Trabajando en un proyecto con muchas otras empresas, notas que una de ellas está haciendo trabajo deficiente y peligros. Si lo reportas, el proyecto podría cancelarse, y perderías el 20% de tus ganancias para ese año. ¿Reportas el problema?
3. El taxista te da un recibo en blanco, y tú tienes una cuenta de gastos. ¿Escribes la cantidad correcta?
4. Estás jugando golf con un cliente importante que cree que las habilidades para el golf son tan importantes como las de negocios. Tu pelota cae en un mal lugar, pero puedes moverla sin que nadie te vea, ¿lo haces?
5. Estás estacionándote en un espacio pequeño en el estacionamiento del trabajo, y accidentalmente abollas el auto de alguien. Nadie te ve. ¿Dejas una nota haciéndote responsable, o te vas?
6. Un colega quiere copiar e intercambiar algunos CDs de música. Sabes que es ilegal, ¿lo haces?
7. Sabes que le pareces atractivo(a) a un cliente potencial, ¿coqueteas un poco para obtener una nueva cuenta para tu empresa?
8. Un buen amigo ha estado desempleado por varios meses y te pide que escribas una carta de referencia para un puesto para el que tú sabes que no está bien calificado, ¿aceptas escribirla?
9. Encuentras un buen contenido para una presentación, pero sabes que tiene copyright, ¿lo usas en tu presentación de trabajo para quedar bien?
10. Tu presupuesto es limitado, un proveedor realiza un trabajo y olvida presentar su factura. Pasan seis meses, ¿se lo recuerdas?
11. Un posible proveedor te ofrece boletos para ver a una banda que te encanta. Ya no hay boletos disponibles para comprar y sabes que ir no afectaría tu decisión sobre el proveedor… ¿asistes al concierto?
Fuente:
LinkedIn
Traducción y adaptación:
María José Evia H. Google