Es muy difícil saber qué tan sustentable es una empresa, ya que los diferentes rankings, listados, certificaciones y sellos pueden llegar a ser contradictorios o simplemente muy confusos. Sin embargo, sí podemos afirmar que «la sustentabilidad comienza en casa». Este enfoque no deja de lado el complacer a los demás y se concentra en lo verdaderamente importante, además de que permite que todo el equipo contribuya y se interese por temas sustentables.
Se habla mucho de la «cultura» de las empresas, y aunque es cierto es que al ser intangible y difícil de medir cambiarla puede ser complicado, hay algunas estrategias que permiten introducir a la sustentabilidad como una parte clave de las labores diarias.
1. Involucrar al definir la sustentabilidad
Como se mencionaba, no hay una sola definición ni indicadores únicos para asegurar que una empresa es sustentable. Esto puede ser frustrante, pero también es una oportunidad para incluir a todos los integrantes de la compañía y generar una definición única, que se base en la realidad de la organización y sus impactos. Claro, no todas las opiniones acabarán figurando en la definición, pero el diálogo establecido ayudará a que los colaboradores se sientan parte de los esfuerzos sustentables.
Una vez que se ha definido el concepto, hay que comunicarlo a todos. Una buena forma de hacerlo es generar comités con representantes de todas las áreas, que se convertirán en embajadores internos y ayudarán a llevar el mensaje.
2. No individualizar, sino generalizar
Incluir a expertos en áreas específicas es muy tentador, pero también puede generar grupos aislados y acabar con la colaboración. La sustantabilidad es un tema general, que involucra a muchas áreas. Para crear una cultura de sustentabilidad es necesario tener a gente de todas las áreas: generalistas, no especialistas. Esto permite cortar las barreras de verticalidad, unir a la gente y fomentar la cooperación.
3. Mirar afuera de la empresa
Las mejores empresas saben que tienen mucho por aprender, y que tienen que dejar ir su necesidad de ser los mejores. Al hacer esto, generan una cultura de humildad y curiosidad constante. La sustentabilidad se trata de ver de forma distinta un problema que ya existía por lo que una nueva perspectiva siempre ayuda. Es un campo donde siempre hay cosas nuevas, por lo que los empleados deben acostumbrarse a hablar con sus pares y a aprender constantemente. La cultura de la empresa debe fomentar el aprendizaje constante, sin importar lo bien que estén saliendo las cosas.
Una forma de hacer esto es unirse a grupos dentro de su industria y tomar oportunidades para compartir ideas con sus iguales. Después, los empleados participantes deben llevar esta nueva información a los demás.
4. Hablar con la competencia
Muchos aspectos de la sustentabilidad son ajenos a la competitividad y los reguladores suelen fijarse en industrias enteras, no en empresas individuales, de modo que el que una empresa mejore su desempeño ayuda a todas las de su área.
Las empresas pueden y deben competir en los mercados, pero en el caso de la sustentabilidad, demostrarle a los colaboradores que hasta la competencia tiene algo útil qué decir marcará el tono para una cultura abierta y honesta. Si los CEOs de empresas rivales hacen declaraciones conjuntas respecto a sustentabilidad, este valor se verá reforzado.
Un ejemplo de esto es la Sustainable Apparel Coalition, un conjunto de empresas de la ropa y el calzado que busca encontrar soluciones sustentables para toda la industria.
5. No ser negativo, sino positivo
Las empresas deben alejarse de los regaños y la negatividad al acercarse a lo sustentable, tanto en su comunicación externa como en la interna. Humillar o avergonzar a las personas por no tener hábitos sustentables sólo sirve para alejarlas. Es fácil caer en esta trampa porque las consecuencias de un comportamiento descuidado pueden ser graves, pero al generar una cultura de sustentabilidad las empresas se deben concentrar en lo positivo.
Algunas formas de hacerlo: agradecer a la gente por su apoyo, fomentar la participación y hablar sobre los resultados positivos asociados con ciertos comportamientos. La negatividad y el miedo deben ser usados siempre como el último recurso. La gente trabaja mejor cuando se siente bien, por lo que las compañías deben evaluar su comunicación y asegurarse de que todos sus mensajes se den en un tono positivo.
Fuente:
Fast Company
Traducción y adaptación:
María José Evia
María José me encanta leer los artículos de Expok, muy especialmente las aportaciones firmadas por ti, que hablas mucho de estrategias corporativas alineadas a los principios de sustentabilidad.
Muchas gracias por tu comentario, Rodolfo. Un saludo.