Por Emilio Guerra Díaz
La semana pasada publicamos en este espacio la forma en la que las fundaciones empresariales pueden vincularse con las redes colaborativas tanto de impacto focalizado como de impacto colectivo. Otra forma muy socorrida de colaboración pero ahora entre fundaciones es la alianza para el financiamiento de proyectos sociales.
Existen distintos tipos de alianzas. Estás pueden ser públicas, privadas o mixtas; pero también ser intersectoriales o de un misma naturaleza institucional. Es decir, las primeras alianzas se caracterizan porque pueden participar en ellas más de dos sectores como el sector público, el sector privado, y fundaciones y organizaciones de la sociedad civil. Algunos de los ejemplos de estas redes que han podido mostrar grandes resultados son: el programa Ver bien para Aprender Mejor y la Red Nacional para Prevenir la Discapacidad.
La primera tiene como objetivo apoyar a niños de escuelas primarias públicas en su salud visual y considerar si no tienen problemas de visión para su proceso educativo. Por ello la alianza hace estudios y en aquellos infantes que lo requieran se le proporcionan anteojos. Algunas organizaciones que colaboran con el programa son la Fundación Gonzalo Río Arronte, la Fundación Alfredo Harp Helú, Fundación Ara, Nacional Monte de Piedad, Fomento Social Banamex, Fundación BBVA Bancomer, Fundación Gigante, Fundación Chrysler, Fundación Cinépolis y la Fundación Televisa, entre otras. Mientras que por el sector empresarial están Extra, Grupo Modelo, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), ArcelorMittal, Office Depot y la Liga Mexicana de Baseball. Todos estos actores se vinculan con la Secretaría de Educación Pública.
Otro caso es la alianza que lleva el nombre de Red Nacional para Prevenir la Discapacidad que lidera Federico Soria, quien se ha desempeñado con un alto nivel profesional y ha conformado un equipo muy eficiente por varios años que ha sabido unir a varias empresas, instancias públicas de salud, grupos voluntarios y organizaciones de la sociedad civil.
Otras alianzas que son comunes pueden involucrar sólo a miembros de un sector. Un caso frecuente es la unión de financiadores como RedEAmérica donde fundaciones empresariales de todo el continente se reúnen para impulsar proyectos de desarrollo de base. Algunas fundaciones empresariales de nuestro país participan en ella.
Recién Expok ha publicado el anuncio de la integración de más participantes en la alianza que impulsa la Fundación CMR para apoyar proyectos de nutrición. De tal forma en la primera edición, la del año pasado, participó Tyson y ahora en la segunda convocatoria se suman además la Fundación Grupo México y el Banco HSBC.
El primer resultado es un aumento sustancial al fondo de financiamiento que creció de un millón y medio de pesos a cinco. Lo que permitirá tener mayor cobertura y desde luego un mayor número de proyectos. Este es un beneficio directo de la creación de alianzas de financiamiento de proyectos.
Pero ¿Qué características tienen las alianzas y qué aspectos cuida una fundación empresarial involucrarse en ella?
Lo que impulsa a una fundación empresarial a participar en una alianza es el deseo de cumplimiento de sus propios objetivos pero de manera más eficiente. Subsiste el principio de que la suma de las aportaciones de los miembros de la alianza es mucho más profundo de lo que parece.
Por lo que en esencia en una alianza sus participantes establecen un análisis de cierta problemática o reto, e identifican las áreas de oportunidad de la colaboración. Por ello, desde la perspectiva de cada participante, es condición necesaria establecer una relación ganar-ganar.
Es conveniente señalar que la participación en una red intersectorial demanda un grado de madurez institucional de los miembros que establecen una relación de socios porque supone un grado de conocimiento y expertis mayor que permite determinar en dónde radicará la fuerza de la alianza.
Cada alianza tiene una temporalidad que estará marcada por el alcance de los objetivos planteados y pueden por lo tanto ser breves o prolongarse por varios años. Cada integrante participa desde sus propios intereses y experimenta aprendizajes que se comparten con los socios. La co-inversión de recursos es fundamental para el trabajo de la alianza.
Este lunes 4 y miércoles 6 de noviembre el Sistema Integral de la Familia DIF Coahuila y la Fundación Merced Coahuila con el apoyo de Indesol y el Centro Mexicano para la Filantropía llevarán a cabo el Encuentro entre Organizaciones de la Sociedad Civil para trabajar el Seminario “Trabajo en redes”, en las ciudades de Torreón y Saltillo respectivamente, donde tendré la oportunidad de hablar del tema Alianzas y Redes para apoyar en esa entidad el trabajo colaborativo entre sectores.
Coahuila es un estado rico en participación ciudadana y cuenta con una de las redes de Responsabilidad Social Empresarial muy destacada como es Red RSE Laguna y varias organizaciones cúpula de redes y enlaces entre organizaciones de sociedad civil. Así que aprenderemos de ellas.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.