A diez años del Pacto Mundial… los blancos y negros

Saquemos las copas y brindemos con Ban Ki-Moon por diez años del Pacto Mundial… sin embargo, después de ello, hagamos una sana reflexión sobre los aciertos y desazones de esta herramienta.

Fue en 1999, cuando Kofi Annan proponía en el Foro Económico Mundial de Davos una nueva iniciativa internacional: el Global Compact (o Pacto Mundial). Un pacto, que en propias palabras del entonces Secretario, constituiría un pacto de principios y valores compartidos, que darían una cara humana al mercado global.

El pasado 26 de julio se cumplieron 10 años del lanzamiento oficial de Global Compact. El 26 de julio de 2000, apenas 40 empresas, así como figuras de la sociedad civil, el trabajo y las organizaciones empresariales comenzaron a introducir los 10 principios universales de responsabilidad social a los negocios. Hoy se presenta como la mayor iniciativa mundial de responsabilidad corporativa, con más de 8.000 firmantes – 6.000 de las empresas y 2.000 de la sociedad civil y otros grupos ajenos a la empresa – con sede en más de 135 países; todas organizaciones comprometidas con los principios de prácticas comerciales y adopción de medidas para promover los objetivos de las Naciones Unidas, tales como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

No obstante, no todo es color de rosa en la historia de Pacto Mundial; muchas empresas señalan la ausencia de mecanismos de supervisión; es verdad que las compañías deben realizar su Communication on Progress (COP) periodicamente, sin embargo siendo completamente honestos, nadie sabe si lo dicho en estos reportes es enteramente cierto; no obstante, las empresas pueden definirse como socialmente responsables ESR contando con el aval de la ONU. Curiosamente Jeff Senne, miembro de la oficina del Pacto Mundial, reconoce como cierto el problema pero también menciona que no es intención de la ONU convertirse en verificador.

En este tenor, es lógico que Global Compact esté en el ojo de muchos críticos, como el site Global Compact Critics, una red informal de organizaciones y personas con inquietudes sobre el Pacto Mundial. Un blog que reune una colección de opiniones, noticias e información de la iniciativa. Por si fuera poco, más de 1,000 empresas han sido removidas desde 2008 por no cumplir con el COP.

Muchas voces claman por un mecanismo de verificación de la RSE, no obstante no hay que olvidar que la esencia misma del movimiento es la voluntariedad. En este marco, la Global Reporting Inititive parece haber encontrado buena acogida en el ámbito corporativo, siendo un instrumento que permite declarar bajo criterios muy claros y específicos, aspectos de responsabilidad social, pudiendo además ser «self declared» o revisados por una instancia independiente.

Finalmente, la ISO26000, a publicarse en noviembre de este mismo año, promete convertirse en un modelo por excelencia de la RSE; sin embargo, al carecer del aspecto de certificación, aún es incierta la respuesta de la esfera corporativa ante ella. Eso sin mencionar los riesgos de charlatanería por parte de algunos malos consultores que se ostentarán expertos en su implementación y verificación.

Este panorama mundial sigue favoreciendo las iniciativas locales de RSE, centradas en aspectos concretos de las sociedades en que se desempeñan. Nada de malo en este punto, muchas de ellas incluso son congruentes con todas las organizaciones ya mencionadas; simplemente señalar que a nivel global aún no hay un consenso en materia de responsabilidad social… y tal vez nunca lo habrá.

De cualquier forma, los 10 años del Pacto Mundial y el crecimiento de empresas adheridas a él son un motivo de celebración ya que demuestran un cambio de paradigma en la mentalidad empresarial.