Por Isela Maya
Marley Corbett, protagonizada por Kate Hudson , es una mujer libre y exitosa que ha vivido los últimos años evitando enamorarse. Ella es publicista y es muy reconocida en su trabajo. A sus más de 30 años vive sola y es inmensamente feliz junto a sus mejores amigos, a quienes dedica su tiempo libre y mejores momentos, hasta que un día su vida da un giro inesperado.
Sus padres están separados y es por eso que ella huye del compromiso emocional pues teme encontrarse con un hombre como su padre, quien dedique la mayor parte de su tiempo al trabajo y no pueda estar pendiente de su familia. A pesar de que la relación con su madre es buena, no la frecuenta mucho y cuando su madre le llama suele ser un poco dura con ella.
Podría decirse que es el estereotipo de mujer contemporánea, profesionista, con un buen cargo en su empresa, soltera e independiente. Todo en su vida es como lo ha planeado y vive un momento pleno. Sin embrago, su felicidad se ve amenazada cuando descubre que tiene cáncer terminal en el colon. Marley deja su trabajo y finalmente encuentra el amor en quien jamás lo imaginó, su médico.
A pesar de que es un tema recurrente dentro del cine en los últimos tiempos, sigue presentando una situación que día a día atraviesan muchas mujeres en todo el mundo, y es un filme que ofrece una lección que por más devastadoras que sean las adversidades que podamos atravesar, la depresión nunca debe vencernos. Marley, sabe que muy pronto morirá pero eso no le quita las ganas de sonreír y disfrutar cada momento. Por si fuera poco, la relación sentimental que lleva junto a Julian (Gael García) antepone una reflexión ética sobre las relaciones entre un doctor y su paciente, la cual al final pierde sentido alguno cuando descubren que realmente están enamorados.
