Las personas que sufren estrés laboral pueden pensar que están siendo verdaderamente productivas. En Adecco nos preguntamos si la premisa “a mayor estrés, mayor productividad” es cierta.
Todos los trabajos tienen su cuota de estrés. Y es que pareciera que se ha convertido en la condición natural entre la gente que trabaja. De hecho, en 2010 la Secretaría de Salud comunicó que en México entre 30 y 40% de las personas sufren estrés laboral.
Resulta preocupante, además, que en algunos casos se piense que si el personal no está estresado es porque no está produciendo o, al menos, no lo que debería. Debido a ello, las exigencias y las metas corporativas suelen ser cada vez más altas.
No extraña que muchas personas se quejen de síntomas como variación del peso corporal, gastritis, colitis, dolores de cabeza e incluso ¡pérdida del cabello!
El desequilibrio en la salud física y/o emocional de nuestros colaboradores puede tener origen en el estrés producido por las actividades de trabajo; sin embargo, no consideramos que esa condición vaya de la mano, en todos los casos, de la productividad.
En este punto nos conviene recordar que la Organización Mundial de la Salud afirma que el estrés laboral es: “… la reacción que puede tener el individuo ante exigencias y presiones laborales que no se ajustan a sus conocimientos y capacidades, y que ponen a prueba su capacidad para afrontar la situación.”
De ahí que nos preguntemos si el estrés es más bien una respuesta física al contexto negativo en el que se encuentran los colaboradores.
¿Podemos revertir el estrés sin mermar la productividad?
Está comprobado que una persona estresada no tiene las mejores condiciones para trabajar. Por lo tanto, se coloca en una situación de riesgo al incrementar sus enfermedades y posibilidades de sufrir un accidente.
Ciertamente hay grados de estrés, pero cuando produce un desequilibrio en la salud del colaborador es momento de tomar medidas.
La reducción de la presión en nuestro personal no tiene que afectar la productividad de la organización. Por el contrario, existen ciertas medidas que pueden ayudarnos a mejorar el ambiente laboral y con ello el equilibrio de las condiciones en que nos desempeñamos.
Aquí algunas sugerencias prácticas sobre el tema:
¿Cómo estamos? Antes de tomar cualquier medida es preciso conocer el estado de su ambiente laboral. Firmas especializadas, como Adecco México, tienen herramientas para llevar a cabo esa medición e identificar los temas en que se debe trabajar.
¿Quién dijo qué? La comunicación es fundamental para mantener un buen ambiente de trabajo. Es recomendable que sus colaboradores conozcan cuáles son las vías para comunicarse, sobre todo que no existan barreras que impidan la interacción entre su gente.
¿Hacia dónde vamos? La certeza en los objetivos organizacionales dan tranquilidad al personal. Asegúrese de que su capital humano conozca y entienda el rumbo que ha tomado la organización.
Paso a pasito. El hecho de tener un plan de trabajo ayudará a su gente a conseguir objetivos colectivos, por lo que es conveniente que sus equipos trabajen bajo una planeación y no sólo apagando “bomberazos”.
¡De aquí soy! El sentido de pertenencia a la empresa proviene de colaboradores que se sienten reconocidos y apreciados. ¿Cuándo fue la última vez que premió el buen desempeño de su gente?
¡Todos ponen! El compromiso con la corporación sólo puede derivar de un personal que se siente identificado con la misma. Vale la pena revisar a detalle los valores corporativos y, principalmente, ponerlos en práctica.
Tierra a la vista. La capacidad para identificar metas viables y medibles es un básico en una empresa con buen clima de trabajo. Evite poner objetivos material y humanamente imposibles de lograr, pues es una ruta segura hacia la frustración y el abandono.
¿Yoga en la oficina? Procure que sus colaboradores cuenten con alternativas para canalizar y prevenir el estrés. Si no puede invertir en clases de yoga o gimnasio, anímelos a formar un grupo de andarines.
Mándelos al diván. Si identifica a algún colaborador particularmente estresado — quizá tenga una situación familiar complicada—, acérquelo a un especialista. La empresa no podrá resolver su problemática, pero sí puede mostrarse solidaria. Este tipo de acciones, sin duda, comprometen a las personas con la organización.
Como es fácil de observar, las sugerencias no le representarán ningún sacrificio en el tema de productividad; de hecho, podrían traducirse en una mejora del clima laboral, menos estrés y, por supuesto, un incremento en el rendimiento de su personal.
Comunicado de Prensa
Estoy absolutamente de acuerdo con este artículo y por ello creo que es importante para los trabajadores y para sus empresas realizar prácticas como el yoga que les ayuden a equilibrar sus estados de ánimo y así mejorar la calidad de su trabajo y su salud.