¿Por qué es tan importante?
En el sector social, el fortalecimiento institucional vine adquiriendo relevancia desde la década de los 90s, y sin embargo, conocemos poco acerca de sus prácticas, alcances y beneficios. Siendo común que las debilidades institucionales de las OSC afecten de forma importante su permanencia, buen desempeño, pero sobre todo la capacidad de lograr las transformaciones sociales por las cuales tanto se trabaja. Más aún, el término se usa cada día más, sin saber a ciencia cierta ¿de qué estamos realmente hablando? y ¿cuál es su importancia?
A grosso modo, hay dos enfoques principales para abordarlo. El primero es el técnico en el que se privilegia la eficiencia y la eficacia de la organización. Se asocia con la dimensión interna, que busca un óptimo de los recursos y programas de calidad. El segundo es el enfoque político. Aquí la idea es articular el trabajo que realiza la organización con las implicaciones sociales y políticas deseadas. Este acercamiento facilita procesos participativos, pues reconoce que a la organización la conducen sus valores y su misión, los cuales están inmersos en un contexto donde las relaciones con el entorno son primordiales. Éste se asocia con la dimensión externa. En ocasiones, los distintos enfoques han estado innecesariamente disociados entre sí, cuando en realidad se complementan uno a otro como lo propone la siguiente definición, “el fortalecimiento institucional se puede entender como las acciones sociales (acuerdos, conductas y aprendizajes) que le dan a la organización cierta fortaleza interna, que le permite ser eficiente en su entorno social, político, económico y cultural (de Angoitia, Márquez, 2012).
El fortalecimiento institucional es un equilibrio eficiente entre la administración de recursos, los acuerdos organizacionales, el desarrollo de capacidades, y el contexto con el cual la OSC debe establecer relaciones a fin de cumplir sus objetivos y metas; conseguir financiamiento; mediar políticamente e incidir en un cambio efectivo en la sociedad. Por ello su importancia radica en la relación directa que existe entre la madurez institucional de una organización con su capacidad de transformar la realidad donde opera.
Es en esta línea que el modelo de Inversión Social de Alternativas y Capacidades, recomienda a los donantes acompañar sus donativos con recomendaciones a la organización con miras a su fortalecimiento. Con el propósito de que ésta avance en la construcción de su madurez institucional, de esta forma tanto los donantes como organizaciones tendrán mayores oportunidades de ser verdaderos agentes de cambio social.
Colaboración: Alternativas y capacidades