El promedio de velocidad óptimo para que un automóvil a gasolina emita menos emisiones contaminantes es de entre 55 y 85 kilómetros por hora, evitando en la medida de lo posible las variaciones en la velocidad.
“En la práctica, en una ciudad cualquiera, es imposible mantener este rango de velocidad en periodos largos, por lo que la mejor opción es entonces evitar los picos, es decir, cualquier velocidad arriba de 85 y si es posible menor a 20, junto con todas las medidas enfocadas a reducir el transporte privado motorizado que ya sabemos”, indica una tarjeta informativa de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México.
El documento, realizado con datos de un estudio de la Agencia Europea del Medio Ambiente y otro del Departamento del Transporte de Estados Unidos, concluye: “El establecimiento de un límite de velocidad busca un equilibrio óptimo entre 3 prioridades centrales: la movilidad, la seguridad y el medio ambiente, y la salud de la población”.
Para llegar a esa conclusión, la tarjeta informativa explica que las emisiones de PM10 —pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín o de metal— así como los compuestos orgánicos volátiles (VOC, por sus siglas en inglés) disminuyen con el aumento en la velocidad.
Agrega que las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), de óxidos de azufre (SOx) y de dióxido de carbono (CO2) son mayores a bajas velocidades, disminuyen a velocidades intermedias de entre 50 y 85 kilómetros por hora, y aumentan a velocidades mayores de 90 kilómetros por hora.
Pero, por otro lado, las mayores emisiones de monóxido de carbono (CO) ocurren a velocidades mayores, y la velocidad de mínima emisión de estas partículas es de alrededor de 60 kilómetros por hora.
Entre el 12 y el 17 de marzo pasados, los habitantes de la Ciudad de México padecieron malas condiciones del aire por los niveles de ozono, lo que provocó que las autoridades ambientales activaran la Fase 1 del plan de contingencia ambiental el pasado 14 de marzo.
La mejor opción es entonces evitar los picos, es decir, cualquier velocidad arriba de 85 y si es posible menor a 20
Durante los tres días que duró la alerta ambiental, las autoridades ambientales decretaron restricciones a la circulación de vehículos en la Ciudad de México, bajo el argumento de que los automóviles que circulan en el Valle de México aportan más de 87% de la emisión de Óxidos de Nitrógeno (NOx) y 32% de Compuestos Orgánicos Volátiles, ambos precursores de ozono.
Luego de tres días, la Fase 1 se terminó el pasado 17 de marzo, cuando el secretario e Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano, anuncio medidas para modificar, a más tardar en 15 días, el programa de contingencias ambientales atmosféricas con el objetivo de aumentar su efectividad.
Este viernes 18 de marzo, la calidad del aire en la Ciudad de México mejoró y se mantuvo en niveles regulares, con un máximo de 86 puntos Imeca; sin embargo, el Sistema de Monitoreo Atmosférico reportó condiciones adversas en Tepotzotlán, Coacalco y Ecatepec, en el Estado de México, con niveles de 103 puntos Imeca.
Fuente: Animal Político