Es tal el éxito de los biciestacionamientos de la Línea 12 del Metro que no se dan abasto.
Y es que muchos usuarios del Sistema de Transporte Colectivo han optado por llegar en bicicleta hasta las estaciones gracias a que allí encuentran espacios con vigilancia donde dejarla.
Pero la demanda es tal que los espacios resultan insuficientes, sobre todo en estaciones como Tláhuac, Zapotitlán, Olivos y Periférico Oriente.
En Tláhuac, por ejemplo, pese a contar con 200 biciestacionamientos, los usuarios batallan para encontrar lugar.
«Yo llego aquí como a las 8:30 de la mañana, pero ya no hay lugar y tengo que dejar la bicicleta amarrada en las rejas», comentó Sergio Suárez.
En Periférico Oriente, donde sólo existen 16 lugares, llegan a colocarse hasta 40 bicicletas.
Una situación similar se vive en Zapotitlán y Olivos.
Eso sí: el Metro ha designado a policías de la estación para que den rondines e inhiban el robo de los vehículos.
Andrés Sañudo, especialista del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, dijo que este fenómeno es una muestra de que la población puede privilegiar la movilidad sustentable y que los biciestacionamientos deben replicarse en todo el DF.
Prefieren la bici por barata y rápida
Ya hay vecinos del oriente de la Ciudad que cambiaron el microbús por la bicicleta.
Cinthya Flores, vecina de Tulyehualco, en Xochimilco, recorre todos los días unos tres kilómetros hasta la estación Tláhuac de la Línea 12, estaciona su bicicleta y aborda el tren para dirigirse a su escuela ubicada en la estación Normal de la Línea 2.
La joven de 22 años, estudiante de Economía, asegura que para ella es más cómodo, rápido y barato salir en su bici que utilizar los microbuses.
«Me es más fácil tomar la bici, salir de mi casa e irme al Metro para llegar a la escuela; si me esperara a tomar el micro me tardaría más en llegar a la estación, ahorro dinero, hago ejercicio y además en la mañana los micros van todos llenos y tengo que aguantar empujones», expresó.
Como ella, usuarios del Metro están aprovechando que las estaciones de la Línea 12 fueron equipadas con biciestacionamientos gratuitos en donde pueden dejar sus unidades todo el día mientras ellos se dirigen en los trenes hacia su trabajo o escuela.
Para Ramón Velázquez, vecino de Tláhuac y aficionado al ciclismo, los cicloestacionamientos le han facilitado la vida, pues al mismo tiempo que se dirige al trabajo practica su hobby.
«El ciclismo es el deporte que practico y cuando me enteré que había cicloestacionamiento, pues luego luego me animé a venirme en la bici y ya prácticamente no utilizo el micro», señaló. «Me quedó muy bien porque aparte de que practico me ahorro los pasajes y pues sí es un cambio».
También Óscar Vargas, un comerciante del Barrio de la Asunción en Tláhuac, consideró que la bicicleta le permite ahorrar el dinero que utilizaría en el colectivo.
«Me ahorro 3 pesos cada vez que vengo al Metro, mejor vengo en mi bici, la estaciono y me subo al Metro, además estoy contribuyendo a mejorar mi salud», consideró.
Fuente: Reforma