En el marco de este día tan significativo, el Instituto Natura reafirma su compromiso con el derecho a la educación como un pilar fundamental para garantizar el desarrollo integral de la niñez en México. Este derecho no solo transforma vidas, sino que también abre las puertas a otros derechos esenciales, como la salud, la igualdad de oportunidades y el desarrollo profesional, marcando un camino hacia un futuro más equitativo y sostenible.
Las niñas y niños que adquieren aprendizajes fundamentales como lectura, escritura, matemáticas y habilidades socioemocionales, enriquecen su desarrollo personal y profesional, lo que asegura más oportunidades en su futuro. La educación brinda a niñas y niños herramientas para tomar decisiones informadas que impactan directamente en su bienestar físico y emocional. De esta manera, el derecho a la educación no solo beneficia a los estudiantes, sino que también impulsa el progreso de las comunidades y del país en general.
La participación activa de madres y padres de familia es esencial para hacer del derecho a la educación una realidad tangible, ya que, su compromiso fortalece el entorno de aprendizaje, promoviendo un cambio positivo y duradero en la vida de sus hijas e hijos. Este esfuerzo conjunto entre familias, comunidades y organismos educativos es la base para garantizar que más niños y niñas tengan acceso a una educación de calidad.
El impacto transformador del derecho a la educación se refleja en la capacidad de las nuevas generaciones para construir un país más justo y próspero. La labor del Instituto Natura se centra en crear oportunidades equitativas para todos las niñas y niños, asegurando que tengan las habilidades fundamentales para desarrollar su máximo potencial.
De acuerdo con la organización Save the Children, la educación no solo es un derecho humano fundamental, sino también una herramienta para proteger a la niñez en contextos de vulnerabilidad, brindándoles estabilidad y esperanza para un futuro mejor y asegurándose de que cada niña y niño tenga la oportunidad de desarrollarse plenamente y de que sus voces sean escuchadas, incluso en contextos de crisis humanitaria[1].
La educación, al ser un habilitador de otros derechos, permite adquirir conocimientos que permiten acceder a más oportunidades de desarrollo personal y profesional en el futuro, lo que a su vez contribuye a romper ciclos de pobreza y desigualdad. A su vez, al fomentar el acceso al derecho a la salud, los estudiantes desarrollan habilidades para tomar decisiones informadas que impacten directamente en su bienestar físico y mental, como disminuir embarazos no deseados o inclusive, disminuir muertes violentas.
En este Día Internacional de los Derechos Humanos, Silvia Ojeda, directora del Instituto Natura México hace un llamado a todos los sectores de la sociedad para que se sumen a este esfuerzo colectivo y recalca que “la educación no solo es un derecho, sino un motor de cambio que puede transformar vidas y construir un futuro más inclusivo para México”.
Como parte de su estrategia para impulsar el desarrollo de la niñez, el Instituto Natura ha firmado convenios con los estados de Coahuila, Campeche, Guanajuato, Nuevo León, Tamaulipas, Sonora, Veracruz y Yucatán. Estos acuerdos han permitido la formación de más de 40,000 docentes en 16,000 escuelas, beneficiando directamente a más de un millón de estudiantes de primaria baja, una etapa crucial para cimentar las bases del aprendizaje.
El Instituto Natura continuará fortaleciendo sus alianzas, impulsando políticas educativas transformadoras y trabajando con las comunidades para garantizar que cada niña y niño en México tenga acceso a una educación de calidad. Porque cuando el derecho a la educación se cumple, todos los demás derechos tienen la oportunidad de florecer.