El contexto cultural en torno al acceso a la licencia de paternidad está cambiando. Aunque son cada vez más los países y empresas que ofrecen el beneficio a las nuevas familias —90 de 187 países ofrecen licencia de paternidad pagada por ley—, un estudio de la consultora McKinsey & Company reveló que aún existe una brecha considerable en cuanto a la falta de iniciativas y acciones que reconozcan el derecho y beneficios fundamentales que trae consigo la licencia de paternidad para la sociedad y las empresas.
El desafío de lograr que los hombres tengan derecho y acceso a la licencia de paternidad es de larga data, pero la crisis de la COVID-19 sacó a relucir aún más esta urgencia para los gobiernos y empresas. El otorgamiento de este derecho representa un cambio social y cultural al desarrollar relaciones familiares más satisfactorias y avanzar en la equidad de género, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU.
Entendiendo las licencias de paternidad
La licencia de paternidad es un beneficio de los empleados que se otorga a las futuras familias. Esta licencia asegura un período de semanas o meses en el que un nuevo padre puede quedarse en casa y vincularse con su pareja y el nuevo integrante. La evidencia señala que políticas de bienestar social, como la licencia pagada respaldan también mayores beneficios económicos y de salud mental en los colaboradores.
No obstante, aunque datos sugieren que sustancialmente más hombres están experimentando la vida como padres que se quedan en casa, descubrir los beneficios de involucrarse más profundamente en la crianza y compartir las labores del hogar que históricamente han recaído en la mujer, aún persiste la falta de apoyo para acelerar este cambio.
«Los hombres que pasan tiempo con sus hijos reportan un aumento en la felicidad y satisfacción que también puede extenderse al lugar de trabajo».
McKinsey & Company.
La licencia de paternidad puede ayudar a generar relaciones muy sólidas con los niños a lo largo del tiempo. En un mundo donde casi la mitad de los padres informan estar insatisfechos con la cantidad de tiempo que pasan con sus hijos (el doble de la tasa de madres que dicen lo mismo), la licencia de paternidad iguala la oportunidad de que los hombres «estén ahí».
Licencia de paternidad es un derecho de las familias
El estudio de McKinsey, Una nueva mirada a la licencia de paternidad: por qué los beneficios se extienden más allá de lo personal (2021), asegura que esto permite a los padres sentar las bases para una distribución más equitativa de las responsabilidades en el futuro (por ejemplo, llevar a los niños a la guardería).
Esta investigación también indica que los períodos más largos de licencia por paternidad están asociados con una participación más frecuente en tareas de desarrollo y cuidado durante los primeros años de vida de los niños.
La licencia de paternidad, además, puede nivelar el campo de juego para las madres que trabajan. Muchos padres durante el estudio señalaron: «Estar en casa, con una fuerte presencia de ánimo, me permitió reducir el estrés de mi esposa y que ella regresara antes al trabajo». Y, como dijo un padre, «no se trata solo de conocer a sus hijos a una edad crucial, sino también de comprometerse con una relación más justa».
Estos padres también notaron que sus licencias los ayudaron a apoyar las metas profesionales de sus parejas y a minimizar el impacto negativo en la progresión profesional. Esas opciones también pueden crear beneficios financieros para las familias. La licencia de paternidad, entonces, reduce la brecha salarial de género dentro de los hogares al aumentar los salarios de las madres a corto plazo y ayudar a aumentar el bienestar financiero total del hogar a largo plazo.
Riesgos del acceso a la licencia de paternidad
Al igual que sucede con las licencias de maternidad, los nuevos padres también tienen temores para acceder a la licencia de paternidad, muchos de ellos relacionados con el retroceso en su carrera, señalada como la principal desventaja. Sin embargo, el 20% de los encuestados afirmó que los beneficios superan este riesgo.
Muchos de los padres entrevistados dijeron que se sintieron más motivados después de la licencia y que estaban considerando quedarse más tiempo en su organización. También dijeron que la licencia los llevó a cambiar su forma de trabajar, volverse más productivos y organizar mejor su tiempo. «Tener hijos me hizo muy consciente de lo valioso que es mi tiempo y dónde quería poner mis esfuerzos de manera más estratégica».
Asimismo, muchos hombres sintieron que su decisión podía inspirar a otros a tomar decisiones similares. Uno dijo que disfrutaba ser un ejemplo «para amigos y familiares de que un hombre exitoso puede tomar con orgullo la licencia de paternidad».
Pero acelerar este cambio también requiere que gobiernos y empresas reconozcan y apoyen la equidad de género en esta prestación, ya que, mientras que la licencia de maternidad es más común, la licencia de paternidad se retrasa. A menudo se espera que los nuevos papás prioricen la vida laboral y dejen la mayor parte del cuidado de los niños a las nuevas madres.
Este estándar negativo hacia la crianza a menudo establece el tono de las interacciones entre padre e hijo. Y, del mismo modo, priva a los padres de participar plenamente en la vida familiar y establece una división desigual del trabajo doméstico que persiste más allá de la etapa infantil.
Responsabilidad Social para el apoyo familiar
Al recomendar la licencia de paternidad a un compañero, de acuerdo con los hallazgos de McKinsey & Company, los encuestados revelaron aspectos clave para integrar la equidad de género en el otorgamiento de este y otros derechos laborales.
a) Una cultura laboral que fomente la licencia de paternidad.
Crear una cultura alentadora en la que se normalice la licencia por paternidad y los hombres puedan compartir sus experiencias positivas es fundamental. Los padres en la encuesta sintieron que tener la política adecuada no era suficiente si la cultura laboral los menospreciaba por tomarse un tiempo libre.
b) Apoyo político de los empleadores.
Sería ideal crear un entorno en el que las licencias no afecten negativamente a las promociones. Y, como mínimo, aumentar la transparencia sobre el impacto que tiene la licencia de paternidad en la trayectoria profesional y el cronograma de promoción sería un punto de partida valioso.
c) Dar a los padres los mismos beneficios que a las nuevas madres.
Si bien los padres no experimentan las mismas tensiones físicas que las madres biológicas, es fundamental pasar tiempo en casa para vincularse con su hijo y su pareja. Brindar un período de licencia remunerada más largo, ofrecer más flexibilidad en el momento del período de licencia o aumentar el nivel de apoyo financiero brindado ayudaría a los nuevos padres a tomar la licencia.
d) Políticas favorables a la familia para apoyar a los padres que trabajan.
Después de que los padres regresan de la licencia, a muchos les encantaría seguir involucrados en la vida de sus hijos. La introducción de arreglos laborales más flexibles permitiría a los empleados, incluidos los hombres, cumplir más con sus deberes familiares (por ejemplo, organizar reuniones para llevar a sus hijos a la escuela o proporcionar tiempo para asistir a citas médicas).
Si bien ofrecer licencias pagas y crear una cultura que las respalde puede tener un costo adicional para los empleadores, la investigación reveló que la equidad en el acceso a la licencia de paternidad aumenta el compromiso y la retención de colaboradores. Mientras que, para la sociedad, construir espacios de responsabilidad compartida en el hogar y la familia es un paso más para avanzar hacia el desarrollo sostenible que marca la Agenda 2030.