El eclipse parcial de sol y la falla en el sistema Infinitum de Telmex no fueron los únicos sucesos relevantes que ocurrieron el pasado lunes 21 de agosto, de hecho, si tuviste que soportar más tráfico del habitual o una mayor concurrencia en el transporte público fue por una razón: el regreso a clases.
Más de 25 millones de estudiantes volvieron a la escuela a nivel nacional, según informó Animal Político. Tan solo en la Ciudad de México, 1,704,615 niños y jóvenes retomaron las aulas de preescolar, primaria y secundaria en plateles públicos y privados.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) desplegó un operativo policial que garantizó la protección de los menores y sus papás, en fin, pasó todo lo que puedes esperar de un inicio de cursos normal… pero esta no es la realidad para muchas familias, puesto que aún hay carencias en el acceso educativo para niños indígenas.
Brecha en el acceso educativo para niños indígenas
De acuerdo a los resultados de la Encuesta Intercensal 2015, el 21.5% de la población mexicana se considera indígena, mas solo el 6.5% de ellos habla alguna lengua indígena. Este último porcentaje puede parecer pequeño a simple vista, pero representa a 7,382,785 personas de tres años en adelante.
En el estudio “Panorama educativo de la población indígena 2015” realizado por El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), encontró que los alumnos hablantes de alguna lengua indígena están presentes en el Sistema Educativo Nacional, pero su asistencia disminuye conforme avanzan los grados y niveles escolares.
“En [la educación] media superior, mientras el porcentaje de asistencia en la población total es de 74.8%, en la población indígena es de 65.2% y en los estudiantes hablantes de lengua indígena es de 58.2%”, se lee en los principales hallazgos de la investigación.
Este decremento en el acceso educativo para niños indígenas –principalmente en comunidades rurales– se debe a varias razones, entre ellas, la falta de condiciones adecuadas para tomar sus clases:
- El 24.7% de las escuelas indígenas no dispone de baños.
- El 21.2% no cuenta con mobiliario para al menos un alumno.
- El 18.1% tiene techo de materiales no durables.
Además, la mayoría de los menores tiene que recorrer grandes distancias para llegar al colegio, lo que no ayuda a promover la asistencia escolar.
Esta es la situación que se vive cotidianamente en la Sierra Tarahumara en Chihuahua, donde el acceso educativo para niños indígenas se ve imposibilitado por las horas tan largas de camino que tienen que pasar los alumnos.
El trabajo de FECHAC
La Fundación del Empresariado Chihuahuense A.C. (FECHAC) es una organización sin fines de lucro que se dedica a atender las necesidades críticas y mejorar la calidad de vida de las comunidades en dicho estado, entre ellas, la zona serrana.
Entre sus iniciativas se encuentra el Proyecto ESTAR (Educación en la Sierra Tarahumara), el cual busca apoyar a los estudiantes mediante la edificación, reconstrucción o equipamiento de albergues escolares que sirvan como internado para que los menores vivan y evitar así que tengan que caminar diariamente trayectos largos. Asimismo, se les proporciona una alimentación nutritiva para que tengan una dieta más balanceada y la energía para poner atención en sus clases y realizar sus tareas.
El objetivo de FECHAC es construir y remodelar 30 albergues escolares en la Sierra Tarahumara, en un plazo de tres años. Sin embargo, este no es un trabajo que pueda hacer la organización por su cuenta.
“Hemos entendido que los empresarios solos no pueden hacer las cosas. Necesitamos asociarnos, complementarnos con nuestros gobiernos, con la actividad y la responsabilidad social de las empresas para lograr impactos positivos en nuestras comunidades” dijo Adrián Aguirre, director general estatal de FECHAC.
Un viaje fomentó el acceso educativo para niños indígenas
En días pasados, te presentamos el desempeño que tuvo en 2016 la estrategia de responsabilidad social (RSE) de Volaris y este 2017 ya nos tiene buenas noticias, pues recién acaba de asociarse con FECHAC para contribuir al acceso educativo para niños indígenas, ¿cómo? Haciendo lo que sabe hacer mejor, ¡volar!
18 compañías y fundaciones aliadas y donantes de FECHAC fueron invitadas a un viaje de experiencia, cortesía de Volaris, en la Sierra Tarahumara, con el fin de que conocieran los albergues y convivieran con los pequeños.
Durante el viaje no solamente tomaron un avión, sino auto y otros medios de transporte para poder llegar a su destino, dándose cuenta de lo arduo que es para los chicos ir a su escuela.
¿El resultado? Una mayor conciencia sobre la problemática que se vive en la comunidad, así como el fortalecimiento del compromiso de dichas organizaciones con FECHAC y el acceso educativo para niños indígenas.
“La verdad es que uno no tiene idea de las distancias que se recorren para poder llegar” comentó Martha Malagamba, directora de Operaciones de la Fundación para la Protección de la Niñez, una de las personas que visitaron los albergues.
“En estos tiempos es difícil creer en la gente, en organizaciones o en instituciones. Yo creo que debemos darnos una oportunidad de conocernos, de venir, de sentir, de vivir lo que es la experiencia” fue la reflexión de Ana Gutiérrez, gerente general de Fundación Helvex. “Los invito a sumarse, los invito a hacer voluntariado, a sumar esfuerzos”, concluyó.
Gracias a este viaje, 14 de las 18 fundaciones y empresas participantes reafirmaron su compromiso con FECHAC y el Proyecto ESTAR para continuar apoyando la educación en la Sierra Tarahumara.
Fue así que Volaris, aparte de contribuir y respaldar la causa de FECHAC, promovió la creación y reforzamiento de alianzas estratégicas con esta organización.
¿Quieres seguir el ejemplo de Volaris y formar parte de este esfuerzo? ¡Esta es tu oportunidad! Envía un correo a [email protected] y descubre cómo puedes ayudar.