Los dos últimos años fueron protagonistas de grandes cambios, la pandemia de COVID-19 provocó en poco tiempo que muchas actividades se detuvieran, que el mundo entrara en confinamiento y nuestros hábitos simplemente se vieran modificados.
Este par de años, nos mostró lo fácil que puede cambiar nuestra vida, así como lo frágil que es la dinámica social, pero también lo solidarios y resilientes que podemos ser. Entonces… ¿Por qué no hacer lo mismo con el cambio climático? Problemática que de no ser atendida puede cambiar radicalmente la vida tal y como la conocemos.
En este inicio de año, podemos comprometernos a ser amigables con el planeta cambiando algunos de nuestros hábitos por unos más ecológicos, así que si te interesa cuidar del medio ambiente pero no sabes por dónde iniciar, a continuación te compartimos algunas acciones con las que puedes empezar durante el 2022.
7 acciones a favor del medio ambiente para el 2022
1. Plogging, deporte que ayuda al medio ambiente
Esta práctica consiste en aprovechar cualquier actividad física al aire libre (como el senderismo, el running, el buceo, el esquí…) para recolectar basura, ya sea en playas, montañas o en la ciudad.
La palabra plogging proviene de la unión de la palabra jogging (ejercicio físico que consiste en correr una distancia larga a ritmo moderado) y de la expresión sueca plocka upp, la cual se traduce como recoger.
El impulsor de este fenómeno fue el sueco Erlk Ahlström quien, tras mudarse a la ciudad de Estocolmo, empezó a incorporar a su rutina de ejercicio la práctica de recoger toda la basura que se encontraba a su paso.
Para realizar este ejercicio se recomienda usar ropa deportiva o cómoda, utilizar guantes que nos proteja en caso de encontrar botellas rotas u objetos punzocortantes, así como una bolsa donde depositar los residuos que recojamos durante nuestro recorrido para luego desecharlos de manera correcta.
2. Upcycling, creatividad al servicio del planeta
Se trata de una técnica de manipulación de residuos para obtener productos de mayor valor que los originales. Es importante resaltar que no es igual que el reciclaje, porque en él, los materiales son imperceptibles —como sucede con una hoja de papel reciclada en la que no se nota el papel anterior— en el caso del upcycling (o supra reciclaje) es fácil distinguir qué elementos conforman al objeto nuevo.
Esta práctica está ganando popularidad sobre todo en la industria de la moda —una de las más contaminantes del mundo— pero también se puede aplicar a muchos otros objetos como botellas de vidrio, baterías, algunos productos electrónicos, ¡las posibilidades son infinitas! Solo es cuestión de imaginación. Un ejemplo de ello es el trabajo que realiza la organización civil Cerrando el Ciclo con las botellas de vidrio.
3. Preciclaje, compras con conciencia ambiental
En años recientes ha aumentado la preocupación, tanto de las empresas como del consumidor, por disminuir el impacto ambiental que generan los productos y servicios que adquieren, optando por unos más ecológicos.
Ya sea con un empaque biodegradable o que no tengan ningún tipo de envoltorio; prefiriendo alimentos cultivados en lugar de los procesados o disminuyendo la adquisición de plásticos; todas estas acciones se conocen como preciclaje. Dicha práctica busca reducir la generación de residuos, antes de adquirirlos, mediante decisiones de compra con enfoque ecológico y sustentable.
Podemos practicar el preciclaje al analizar los productos que consumimos y las empresas que los producen, seleccionando aquellos que requieren menos procesos para su fabricación, utilizando productos de limpieza ecológicos, comprando productos de comercio justo e interesarnos por la ética de las marcas.
4. Movimiento zero waste
Este movimiento va más allá de lo que propone el preciclaje, ya que no solo busca disminuir los residuos que generamos con nuestras decisiones de compra, sino que su principal objetivo es eliminarlos por completo. El movimiento tiene como base la regla de las cinco erres:
- Rechazar lo que no necesitamos.
- Reducir lo que necesitamos.
- Reutilizar los envases y materiales, así como optar por el consumo de segunda mano.
- Reciclar todo aquello que no se puede rechazar ni reducir.
- Composta (Rot), es decir descomponer la materia orgánica para obtener abono natural.
5. Compras de segunda mano
Esta práctica, al igual que el upcycling, se ha vuelto muy popular en el mundo de la moda, pero también podemos hacer uso de ella al comprar electrodomésticos, celulares, muebles, videojuegos, libros, etc.
Comprar de segunda mano, además de contribuir a disminuir el impacto ambiental, también ofrece beneficios como:
- Ahorrar dinero: Por lo regular este tipo de artículos son más baratos que los nuevos.
- Adquirir objetos descatalogados: ¿Ya no encuentras el tipo de chamarras que tanto te gustan? Busca en tiendas de segunda mano, es muy probable que ahí la halles.
- Se tiene más información del producto: En muchas ocasiones debido a las compras impulsivas adquirimos productos nuevos que no son lo que esperábamos, las compras de segunda mano pueden ser un gran filtro para tomar mejores decisiones de compra.
- Apoya a la economía local: En la mayoría de los casos las personas venden los productos que ya no utilizan o necesitan a sus propios vecinos o a personas cercanas a su localidad, permitiendo que se ocupe el dinero de la compra en el desarrollo de la misma comunidad.
6. Alimentación sostenible
De acuerdo a la Universidad de Oxford, un cuarto de las emisiones de efecto invernadero a nivel global las produce la industria alimentaria. Podemos ayudar a disminuir esas emisiones si de manera gradual cambiamos nuestra dieta por una más sostenible, por ejemplo, no comiendo carne algunos días, evitar alimentos procesados o realizar nuestras compras de alimentos a granel.
7. Movilidad sostenible
Una de las maneras con las que podemos contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por los medios de transporte, es a través de distintas alternativas sostenibles que podemos utilizar para trasladarnos en la ciudad:
- Caminar: Es una forma muy sencilla de ayudar al medio ambiente, además de ser benéfica para nuestra salud; en muchas ocasiones no hay necesidad de utilizar vehículos para ir de un lugar a otro, optemos por trasladarnos a pie y disfrutar de nuestra ciudad.
- Uso de bicicleta: De igual forma que el caminar es una opción que nos permite ayudar al planeta así como realizar actividad física.
- Uso de transporte público: Es preferible que un gran número de personas ocupen solamente un vehículo a que cada una de ellas utilice un auto, aumentando las emisiones de CO2, además en la ciudad hay opciones de transporte público que utiliza energía renovable.
- Uso de vehículos eléctricos: Cada vez más personas prefieren utilizar este tipo de vehículos; en la actualidad existe una gran variedad autos, motos y scooter que utilizan electricidad, se prevé que en los siguientes años esta tecnología tome mucha más fuerza.
En este nuevo año, podemos proponernos practicar una o varias de estas acciones en beneficio del medio ambiente (y de nosotros), solo es cuestión de decisión, constancia y paciencia. Recuerda que no existen los ambientalistas o ecologistas perfectos, lo que importa es tomar conciencia del impacto que generan nuestros hábitos y comenzar a cambiarlos.
José Alberto Sánchez Nava.