Si usted tiene una chimenea en su negocio, más vale que ponga atención en lo que pasará en Copenhague a fin de año. Allá fijarán cuánto habrá de reducir sus emisiones cada país y cuánto costará hacerlo.
Quienes más habrán de invertir son las empresas que más contaminan y son generalmente las que más combustibles usan. En esa posición están Pemex y CFE, pero también los agremiados en la Canacero, comandada por Pakkam S. Venkataramanan, que consumen el 29 por ciento del gas en el País.
Antes de que el Gobierno mexicano regrese con nuevas reglas para el año entrante, por lo menos los empresarios del acero dejan claro que le han metido una fortuna a hacerse eficientes.
Entre 1992 y 2007, el sector invirtió 2 mil 535 millones de dólares en proyectos de conservación del medio ambiente. Con esto, el consumo de energía para producir acero disminuyó 22 por ciento en los últimos 10 años.
Así, México se encuentra debajo del promedio mundial de emisiones de CO2 por tonelada de acero producido, de acuerdo con el Reporte de Sustentabilidad 2007 de la World Steel Association (WSA).
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