A Eve Hewson lo que menos le importa es encajar en Hollywood, pues las alfombras rojas se le hacen aburridas y odia que la juzguen por su físico o la ropa que se pone.
Esta joven irlandesa prefiere ir contra el glamour y forjarse una carrera tan diversa y arriesgada como la de Juliette Lewis, una actriz a quien dice admirar profundamente.
«Cuando tenía mi edad, Juliette era muy loca, arriesgada y siempre fue en contra de la norma. Acudió a los Óscares con trencitas, y eso fue como decir: ‘¡Jódete, Hollywood!’. Yo tengo esa misma actitud ante la vida y ante esta carrera», puntualizó en entrevista la hija de Bono, vocalista de U2.
Tras graduarse, a los 18 años, de la Universidad de Nueva York, Hewson se fue a Los Ángeles a buscar oportunidades como actriz, aunque no corrió con suerte y tuvo que regresarse a la Gran Manzana.
«Me sentía sola y con miedo, sentía que no pertenecía a Hollywood. Ahí sólo se enfocan en cómo luces y en qué diseñador usas, ¡es muy aburrido!», aseguró la joven, de 24 años.
«Me gusta la moda, pero no sé nada de ese mundo. Me gusta sentirme bien en mi ropa y ser auténtica, pero no me sé las páginas de Vogue, no sé quién diseña mi ropa y no sé que diablos es ‘couture'».
Ya establecida en Nueva York, Hewson debutó en 2005 junto a su hermana, Jordan, en el cortometraje Lost and Found, el cual recorrió varios festivales independientes.
Desde entonces, ha hecho cinco películas y una serie de televisión (The Knick), además de trabajar bajo la dirección de cineastas reconocidos como Steven Soderbergh, Steven Spielberg y Paolo Sorrentino.
«Me gusta la actuación porque me permite ser yo misma, trabajar sola y no esperar a que mi papá salga y haga el trabajo por mí. Creo que la gente ha valorado eso: que nadie me ayuda y yo solita hago todo.
«Sin embargo, cuando me dijeron que debía cantar en The Knick, sufrí mucho, pues creo que no soy una cantante talentosa. Ahí sí quería que mi papá llegará e hiciera el trabajo por mí», recuerda, entre risas.
Y aunque Bono y su esposa, la activista Ali Hewson, al inicio estuvieron renuentes a que Eve se dedicara a la actuación, poco a poco se han dado cuenta de que su pequeña está hecha para esta carrera.
«Mis papás no me creían que yo quería ser actriz y no sabían cómo educarme correctamente. Tenían miedo, pues es difícil para una mujer estar en esta industria. Siempre serás juzgada por cosas estúpidas.
«Sin embargo, cuando vieron que le echaba ganas a la escuela y perseguía mi sueño, se tranquilizaron y se apasionaron como yo. Ahora ven mis trabajos y quiero pensar que se sienten orgullosos de mí».
Fuente: Reforma