El conflicto climático que actualmente vive el planeta y que puede llegar a provocar grandes signos de destrucción en el mundo puede resolverse si nos decidimos a hacerlo, asegura el exvicepresidente de Estados Unidos Albert Arnold Gore (Al Gore) en su más reciente trabajo editorial Nuestra elección, un plan para resolver la crisis climática (Océano, 2010).
De acuerdo con el también premio Nobel de la Paz 2007, conseguir lo anterior sin duda será difícil, pero indica que, si todos colaboran, no existe duda de que la meta pueda cumplirse con éxito.
«Quienes vivimos en esta época tenemos un raro privilegio, que sólo han tenido unas pocas generaciones en la historia. Al afrontar este desafío, encontraremos nuevas pruebas de que el destino de nuestra civilización depende de medidas eficaces, cooperativas y globales para salvar la habitabilidad de la tierra», advierte el exfuncionario estadounidense.
Gore subraya que «si no actuamos de manera valerosa, los peores efectos de la crisis climática afectarán a muchas generaciones e irán incrementando su poder destructivo década tras década. No podemos esperar a que nos alcance toda la furia de la crisis para iniciar una respuesta, porque entonces ya sería demasiado tarde detener el proceso que hemos puesto en marcha.»
La intención de esta publicación, apunta el autor, es despolitizar el conflicto, así como inspirar a los lectores para que actúen no sólo de manera individual, sino participando en los procesos políticos.
Respecto al Bióxido de Carbono (CO2), principal gas contaminante, apunta que hay buenas y malas noticias, la buena es que si se deja de producir, mañana cerca de la mitad bajaría de la atmósfera; pero la mala es que el restante crecería con lentitud mayor, hasta un 20 por ciento de lo que se ha emitido a la atmósfera este año.
Para Al Gore, «si actuamos con la celeridad y la contundencia necesarias, podremos empezar a revertir las consecuencias más alarmantes del calentamiento global»
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