Al cierre hoy en Ginebra de la última ronda de conversaciones sobre un plan global para abordar la creciente crisis mundial de la naturaleza, lamentamos los escasos progresos realizados durante las dos semanas y media de negociaciones. La organización alerta de que los gobiernos no han mostrado interés en comprometerse con el reto de detener la pérdida de especies para 2030, un reto que ya se había firmado hace diez años para 2020.
La reunión, convocada en el marco del Convenio sobre Diversidad Biológica de la ONU, ha reunido presencialmente entre el 14 y 29 de marzo a negociadores gubernamentales por primera vez desde las últimas reuniones previas a la pandemia de Covid-19, celebradas en Roma en febrero de 2020, para debatir el borrador del Marco Global de Biodiversidad posterior a 2020.
Se espera que el Acuerdo final de biodiversidad se adopte en la Conferencia de Biodiversidad (COP15) en Kunming, China, a finales de este año y representa una oportunidad única en esta década para asegurar un acuerdo global que aborde la pérdida y degradación de la naturaleza.
Marco Lambertini, director general de WWF Internacional, declaró:
“El mundo por fin comprende que la pérdida de la naturaleza representa una enorme amenaza para la salud humana y los medios de subsistencia. Sin embargo, a pesar de que los líderes mundiales han repetido que están comprometidos a tomar medidas sobre la naturaleza, hemos visto muy pocos avances en Ginebra. Será esencial que se muestre un mayor liderazgo en la próxima ronda de negociaciones si queremos allanar el camino para acordar un Marco Mundial de Biodiversidad ambicioso, preparado para el futuro y adecuado al desafío que enfrentamos”.
“Damos la bienvenida a la creciente convergencia en torno a una ‘misión positiva’ para la naturaleza para revertir la pérdida de biodiversidad para 2030: esto es imprescindible. A diferencia del cambio climático, la pérdida de la naturaleza no tiene un acuerdo mundial similar al Acuerdo de París para impulsar la acción e implicar a todos los sectores. Los países ahora deben adoptar formalmente este nivel de ambición en la COP15, a la vez que deben asegurar que el acuerdo final de Kunming contemple todos los ‘ingredientes’ necesarios. Es vital que terminemos esta década con más naturaleza, no menos. Los gobiernos deberían cumplir con todo lo que sea necesario para revertir la pérdida de la naturaleza”.
Las negociaciones en Ginebra no lograron avances en varias áreas clave, como la financiación y la distribución equitativa de los recursos genéticos, lo que hizo necesario el anuncio de una ronda adicional de negociaciones en Nairobi. Destacamos la falta de apoyo político y de liderazgo como un factor clave en las dificultades encontradas para superar los problemas en estas negociaciones en Ginebra. Los gobiernos deben priorizar futuras negociaciones o arriesgarse a fracasar en la COP15.
Al mismo tiempo, también reconocemos como un progreso importante el consenso cada vez mayor de que el objetivo general del Acuerdo de Kunming debe ser revertir la pérdida de biodiversidad para 2030.
Los objetivos del borrador del plan de la ONU se centran en proteger los hábitats, detener la pérdida de especies y preservar la diversidad genética. Un objetivo global para proteger y restaurar el 30 % de la tierra y el agua fue muy apoyado en las conversaciones de Ginebra, respaldado por el reconocimiento de los derechos y responsabilidades de los pueblos indígenas y las comunidades locales. WWF apoya firmemente este objetivo, pero destaca que un mundo positivo para la naturaleza no será posible sin una acción complementaria sobre las principales actividades que causan la pérdida de biodiversidad, como la agricultura, la pesca, la silvicultura y las infraestructuras.
Alertamos de que durante estas reuniones en Ginebra los gobiernos no han mostrado interés en comprometerse con el reto de detener la pérdida de especies para 2030, estableciendo medidas concretas. Un desafío similar al adoptado en Aichi hace más de diez años para detener la pérdida de biodiversidad para 2020 y que es precisamente el objetivo que se tiene que aprobar en Kunming.
Guido Broekhoven, Jefe de Investigación y Desarrollo de Políticas de WWF Internacional, declaró:
“Es importante que se hayan logrado algunos avances en áreas cruciales como la conservación de los hábitats y la posibilidad de incluir en el marco un enfoque basado en los derechos humanos. Al mismo tiempo, el borrador del plan debe comprometer a los países a tomar medidas concretas y ambiciosas sobre los factores causantes de la pérdida de la naturaleza. De nada sirve conservar el 30 % del mundo si destruimos el resto. WWF insta a los gobiernos a comprometerse a reducir a la mitad la huella de la producción y del consumo para 2030”.
«La falta de ambición sobre las especies es decepcionante. Dado que cada año se extinguen más aves, peces y anfibios, es preocupante que no estemos hablando de un objetivo concreto para detener la pérdida de especies antes de 2030. El mundo no puede simplemente incumplir su objetivo de 2020 y luego decir que podemos esperar otros ocho años”.
El debate sobre las finanzas, tanto en relación a las acciones para abordar la pérdida de biodiversidad, como de los pasos necesarios para transformar los sistemas financieros para que funcionen a favor de la naturaleza y no en contra de ella, continuó hasta el último día de las conversaciones. Los países en desarrollo han pedido más financiación para apoyar la acción sobre la biodiversidad. Subrayamos la necesidad de que los países encuentren un terreno común en Nairobi sobre cómo se financiará el plan final y destaca que, sin un mecanismo de implementación sólido y una mayor financiación, el plan final de la ONU no podrá generar acciones ambiciosas sobre el terreno.